Justo Boca no es la medida para este San Martín que busca alguna identidad deambulando en la medianía. No lo es porque potencialmente está muy por arriba del equipo sanjuanino. Que ayer le haya ganado 2-1 al Verdinegro fue casi una obviedad. Le pudo haber ganado más holgado todavía. Pero es Boca. Un grande que está primero en el campeonato y que tiene la obligación de ir al frente. Ayer ni siquiera se exigió al máximo. Se esforzó al principio porque San Martín fue inteligente para taparle bien los espacios. Sacó la diferencia por un bombazo y después afirmó su triunfo gozando de un error local. El Verdinegro descontó, pero la suerte ya estaba echada.
Pero lo que preocupa es el rendimiento de San Martín. Tendrá que levantar la puntería y hacerse más atrevido porque la noche se le puede presentar antes de lo que piensa. Es cierto que tiene a varios abajo en el promedio pero no son muchos los puntos que tiene a favor. La diferencia es casi efímera. Desde que se reinició el torneo, el Verdinegro hizo un solo gol: el de ayer. Encima, los dos partidos que jugó de local, los perdió. Son datos que hacen al análisis global. Números que deben tenerse en cuenta para buscar el equilibrio necesario para salir a buscar puntos tanto en casa como fuera de ella.
La obligación principal es de “Pipo” Gorosito. Un técnico de mucha experiencia que tendrá que seguir trabajando para darle al equipo las variantes que necesita. Esto que salga ante Boca con una línea de tres (léase, línea de cinco) y que el líbero vaya a cortar una pelota en la mitad de la cancha no es sensato. Al menos no es lo aconsejable. Porque el equipo defendió bien hasta ese gol de Pavón -que pareció de otro partido- pero no tuvo buena conexión entre los mediocampistas y delanteros y por eso no llegó a fondo para lastimar a su rival.
Mejoró cuando jugó decididamente con cuatro en el fondo, porque los medios fueron mucho más ofensivos y Molina acompañó bien a Denning. Justo cuando mejor jugaba, Boca le metió el segundo. Eso es lo que tiene que evitar. A eso viene lo de más atrevido. A tener protagonismo y jugar con una idea concreta. A creer en sí mismo. A buscar el gol antes que el rival se aproveche de la situación. No puede esperar. Los tiempos se acortan.