Talleres de Córdoba festejó anoche su regreso a la Primera División ante su gente, que colmó las tribunas del estadio Mario Kempes, en el empate sin goles ante Brown de Adrogué, durante el encuentro correspondiente a la fecha 20, que además tuvo el empate 0-0 entre Los Andes e Instituto.

De esta manera, el ’Matador’ mantuvo el invicto en el torneo local (perdió por la Copa Argentina frente a Defensa y Justicia) y suma 48 puntos, mientras que los conducidos por Pablo Vicó tienen 28.

El recibimiento de su público, que verá a la ’T’ en la máxima división luego de 12 años, fue increíble, con todos los sectores de las gradas llenas y un aliento ensordecedor durante los 90 minutos.

Además, el equipo rival le hizo un pasillo cuando ingresó el campeón, como honor por el título conseguido la semana pasada ante All Boys en Floresta y los futbolistas cruzaron saludos en la previa a un duelo que tuvo un gran valor simbólico para el local.

De hecho, eso se reflejó en el pobre primer tiempo que protagonizaron ambos, que prácticamente ni patearon al arco y, más allá de la excusa del pésimo estado del césped, dividieron constantemente la pelota, dejando como espectadores de lujo a los arqueros. Para colmo, el dueño de casa perdió a su capitán, Pablo Guiñazú, por una lesión que no empañó la fiesta de Talleres ante 60 mil hinchas.