El ciclista británico Bradley Wiggins dio ayer un paso decisivo para ganar el Tour de Francia, ya que mantuvo su ventaja en el liderazgo en la 17ma. etapa, última de alta montaña, ganada por el español Alejandro Valverde y en la que el argentino Juan José Haedo llegó retrasado.
Wiggins fue tercero, a 19s, del vencedor Valverde, quien empleó 4h12m11s para cubrir los 143,5 kilómetros entre Bagnères de Luchon y Peyragudes.
En consecuencia, como quedan por delante dos etapas de perfil suave, y la contrarreloj de mañana, en una especialidad que Wiggins domina como el mejor, las chances de que se adjudique por primera vez la ronda gala son más que concretas.

