Encima que no le salió absolutamente nada y la suerte no estuvo de su lado, el rendimiento no fue el mejor. Por eso, San Martín perdió 3-0 ante Patronato en el cierre de la décima fecha del Torneo de Primera División, que significó además la derrota más abultada en lo que va del certamen.

 

El Verdinegro arrancó siendo protagonista y superando por momentos a Patronato en el primer cruce entre ambos en la elite del fútbol argentino. Es más, Diego Chaves estampó un remate en el palo a los 5 minutos que podría haber sido al apertura del marcador. Pero como reza el dicho, “los goles que no se hacen en un arco se convierten en el otro”, Lucas Márquez abrió el marcador a los 13’.

 

 

Desde ese momento fue todo del Patrón. Porque a San Martín se le cayeron las ideas y no tuvo reacción para salir a buscar el empate. Encima el golpe fue peor cuando Matías Quiroga estiró la ventaja en favor del local y comenzó a liquidar el encuentro.

 

El complemento arrancó de la peor manera para el equipo de Pablo Lavallén, porque Luis Ardente le cometió una infracción a Alejandro Gagliardi dentro del área y el árbitro Ariel Penel sancionó penal, que luego Sebastián Bértoli cambió por gol.

 

Para el resto del encuentro sólo quedaron las expulsiones de Marcos Minetti en el local y de Francisco Mattia en la visitta. Fue derrota verdinegra, la cuarta en lo que va del torneo pero la más dolorosa. Porque además de la cantidad de goles que recibió, nunca hizo pie en su experiencia en Entre Ríos. El próximo lunes recibirá a Rafaela desde las 21:15, con el objetivo de tomarse revancha.