En la semana más importante de la Copa América, el seleccionado argentino se volverá a cruzar hoy con el Paraguay del riojano Ramón Díaz, en búsqueda de alcanzar la final del torneo tras ocho años. Argentina, con su favoritismo a cuestas, chocará contra Paraguay, una de las sorpresas del certamen que le generó problemas en el debut de ambos en La Serena. El partido se jugará en el estadio Ester Roa, de Concepción, a partir de las 20.30, y será dirigido por el brasileño Sandro Ricci, quien viene de arbitrar el polémico cruce de cuartos entre Chile y Uruguay.
En caso de haber paridad en los noventa minutos, el finalista se definirá por tiros penales, la misma vía a la que tuvieron que apelar Argentina y Paraguay para vencer en la fase anterior a Colombia y Brasil, respectivamente. El ganador de Argentina-Paraguay se medirá el sábado en la final de la Copa, en el Nacional de Santiago, ante el vencedor de Chile-Perú. En tanto, el que resulte perdedor tendrá la chance de afrontar el viernes el compromiso por el tercer y cuarto puesto, en Concepción.
En 2007 en Venezuela, hace ocho años, Argentina, conducida entonces por Alfio Basile, arrasó con su juego y con Juan Román Riquelme como estrella llegó a la final, en la que Brasil lo cacheteó con un 3-0. Argentina y Paraguay se cruzaron en el primer partido del Grupo B y terminaron 2-2, después de un gran tiempo inicial albiceleste y una resurrección guaraní en el complemento.
Gerardo Martino no hará cambios, con respecto a los arrancaron contra Colombia, aunque se deberán cuidar Lionel Messi, Javier Mascherano y Sergio Agüero, ya que tienen una amonestación y de recibir otra se perderán el siguiente encuentro. Por su parte, Paraguay tendrá la vuelta de Richard Ortíz por Eduardo Aranda en la mitad de la cancha y se deben cuidar también de una nueva amarilla los defensores titulares Pablo Aguilar y Bruno Valdez.
Argentina tendrá hoy un compromiso clave para su ilusión de volver a conquistar América. Para eso, deberá ajustar la definición y sacar a relucir su mote de candidato ante un rival ordenado y mañoso, que ya superó las expectativas en el torneo y que irá por el sueño del a final.
La calidad individual y velocidad de los dirigidos por Martino, hizo zozobrar a la defensa paraguaya en el partido anterior. Solo la falta de eficacia salvó a los guaraníes de una goleada en el primer tiempo. A esa habilidad los muchachos de Ramón Díaz.
La clave del partido radicará en la posesión del balón. Si Argentina la tiene, buscará pacientemente los resquicios para lastimar a una defensa firme, pero lenta. La movilidad de Pastore, Messi, Di María y Aguero, los cuatro dotados de cualidades para desequilibrar en el uno contra uno, obligará a los paraguayos a no dormir la siesta porque puede ser letal.
A su vez, los guaraníes apoyarán sus expectativas en las réplicas buscando generar algo con sus puntas Roque Santa Cruz y Nelson Haedo Valdez ambos experimentados que saben moverse y posicionarse en la cancha para desbalancear a la última línea albiceleste.
Hasta el momento Argentina ha creado mucho y convertido poco. Si se le abre el arco, no debería tener problemas ante un rival de menor nivel futbolístico que tiene en las pelotas paradas o centros aéreos su mejor, y tal vez única, arma para herir.
