Un 11 de septiembre de 1977, hace 40 años, Guillermo Vilas ingresaba en el Olimpo del deporte argentino, cuando asombraba al mundo al ganarle al estadounidense Jimmy Connors por 2-6, 6-3, 7-6 (7-4) y 6-0, para conquistar el US Open, su segundo Grand Slam en tres meses de un año soñado, pero en el que no recibió la recompensa que merecía: el número uno del mundo.En ese contexto, Vilas ya había asombrado al mundo tres meses antes, el 5 de junio de 1977, cuando ganó Roland Garros, y en Nueva York dejó muy claro que fue el mejor de todos esa temporada, con una actuación deslumbrante en el abierto que se jugó por última vez en Forest Hills y a partir del año siguiente se mudó a Flushing Meadows. El crack de la vincha era un perfeccionista, de personalidad obsesiva y ganadora, aunque por sobre todo un tenista extraordinario. Vilas celebrará los 40 años de su increíble conquista, justo un 11 de septiembre, fecha en la que se conmemora el Día del Maestro en homenaje a Sarmiento.