A los momentos, se los aprovecha y a los goles, se los hace. Esa verdad futbolera tiene que haber retumbado fuerte en los dos camarines de los protagonistas de la primera final del Torneo de Campeones del interior sanjuanino. Porque Sportivo 25 de Mayo se aferró a esa verdad, haciendo lo que tenía que hacer y aprovechando sus momentos en la primera final: al principio y en el cierre. Peñarol, en tanto, tiene que lamentar todavía todo lo que desperdició en el primer tiempo. En su momento. Esa debilidad le terminó costando feo. Se comió un cachetazo duro como el 3-0 y ahora tendrá que mostrar todo su amor propio para dar vuelta la historia.
No pudo arrancar mejor la final. Es que en el primer minuto de juego, Peñarol sorprendió y después de una maniobra armada entre Santana y Torres, tuvo la primera chance neta de gol cuando José Antonio Muñoz definió por encima del travesaño desde una posición inmejorable. La sorpresa jachallera fue susto en 25 de Mayo pero el Decano respondió a los 3′ con el gol. La armó Nievas, habilitó a Ruiz entre los dos centrales de Peñarol para que definiera fuerte. 1-0, eficacia total en el dueño de casa.
A partir de ese momento, todo fue de Peñarol. Se agrandó Carlos Avila, se juntaron Santana y Torres y el conjunto jachallero desperdició chances de empatar. Dos veces Vega, otra más de Torres. Demasiadas como para que no las sintiera después.
Porque en el complemento, 25 de Mayo se reacomodó mejor. Encontró la pelota y empezó a sentenciar la historia a su favor con las apariciones de Diego Aballay. Dos desbordes del recién ingresado terminaron en dos centros que se comieron increíblemente Ruiz y Hugo Aballay. Peñarol ya no era el mismo. Estaba golpeado, Sentido en lo físico y desacomodado en el medio. Dio ventajas y en el tramo final, ya sin resto físico, fue presa fácil para el Decano veinticinqueño que apretó el acelerador a fondo y se aseguró la primera final.
A los 38′, Cuello metió el pelotazo al vacío para la llegada de Ruiz, dudó el central jachallero Lucero y esa desinteligencia lo dejó a Diego Aballay con el arco a disposición, Era el 2-0. Otro golpe mortal para Peñarol que ya fue a la carga sin orden. Y lo pagó peor porque a los 43′ en un centro que bajó Cuello en el segundo palo, hubo rebote del arquero Molina y otra vez Diego Aballay, el dueño de la tarde en Santa Rosa, definió para sellar el 3-0.
Se terminó la primera final y Sportivo 25 de Mayo hizo lo que tenía que hacer: ganar en su casa. Ahora, con empatar será campeón y eso, no es poco cuando hay tanto en juego.

