-Fue algo muy especial. Yo venía de Colón y era un desafío grande llegar a la Villa. La gente estaba entusiasmada, habían traído los jugadores que yo pedí, eso te llevaba más a una presión. Lo viví como si fuese un jugador todavía por lo que hace poco que dejé de jugar.
-Fue la experiencia más importante en mi carrera por ser mi segundo año dirigiendo. Aunque todos los logros que conseguí fueron importantes, los que gané en Unión, en Colón, cuando ascendí con Villa Obrera al Argentino A, con Peñarol cuando hacían 27 años que no ganaba el Oficial y pudimos ganarlo. Por eso todos fueron importantes, pero este fue distinto porque lo viví más nervioso, por el simple hecho de vivirlo desde afuera del campo de juego.
-Por suerte sí. Yo salí de la Villa San Patricio, un club de barrio en la liga de Chimbas, después jugué en el Deportivo Rincón en Albardón, en Colón, en Sportivo en el Argentino A, después pasé por San Martín, por Unión. Me faltó jugar en muy pocos clubes (Alianza, Atenas, Del Bono y Arbol Verde), pero igual creo que en todos aprendí algo.
-Sí. Cortarme el pelo. Toda mi vida he tenido el pelo largo y sólo tres veces me lo tuve que cortar por promesas. En Unión cuando salí campeón, justo fue un año que no podía hacer goles y en la final los hice. Después en el ascenso con Colón cuando le ganamos a 9 de Julio. Y bueno, esta vez había prometido eso y lo hice. Me lo corté y se lo llevé a la Difunta Correa, fuimos con todo el plantel y a cumplir y de paso compartimos un asado.
-Nunca me molestó porque yo me siento parte del folklore del fútbol. Siempre he jodido por eso me las tengo que aguantar. Una vez fui a 9 de Julio y la gente me insultaba pero cuando les hice un gol los hice callar. Pasó acá en Villa Obrera también cuando yo venia con otras camisetas. En esta cancha siempre me han insultado y me han cargado mucho, así también es este el club al que más goles le hice en mi vida.
-Siempre me han cargado con mis hermanas, pero mis hermanas son más grandes que yo, imaginate que yo tengo 40 años y ellas son más grandes. Me jodían tanto que me cansaban. Una vez tenía que ir a dar una nota al diario o a la radio, no recuerdo bien y mis hermanas querían que las llevara y les dije "están locas, están medias gorditas ustedes para llevarlas’.
-Un poco sí. Perdí a mi mamá hace mucho tiempo y fue una hermana mayor la que tomó ese cargo de darnos todo. A mi papá lo perdí hace un año, por eso este ascenso sirvió para darse cuenta de un montón de cosas, me acordé de mis viejos, de mis hermanos, de mis hijos Ezequiel, Blas y Guillermo, y también de las personas que siempre están en la vida apoyándote.
-Hace 20 años que trabajo en la Municipalidad de Chimbas, comencé como recolector de basura y hoy estoy como sereno. Tengo la suerte de que todos los intendentes que han pasado siempre me han dado una mano. Por ahí, termino de entrenar y a las 19 ya tengo que presentarme a trabajar, si llego tarde no me hacen tanto problema.

