-¿Cómo arrancaste en el hockey?
-Empecé muy chiquita. Arranqué a los 4 años en la UVT porque mi mamá jugaba ahí. Un día me llevó y me quedé porque me apasionó. Después, a mis 15 años más o menos, mi división empezó a desarmarse así que nos fuimos con un grupito a CESAP, al tiempo fui seis meses a UDAP hasta que llegué a Universidad.
-¿Qué representan ‘Las Patitas’ para vos?
-Es difícil de explicar lo que siento por Universidad, pero la ‘U’ es como mi casa, es mi símbolo. Desde que llegué se me abrieron muchas puertas porque cambió todo, desde lo físico, el juego, el entrenamiento, como que maduré.
-¿Y en los anteriores clubes eras tan buena jugadora como lo sos ahora?
-En los clubes que estaba antes (CESAP y UDAP) fui campeona siempre con mi categoría. En UVT no, nunca gané nada porque éramos muy pocas jugadoras. Ahora no sé si soy tan buena pero me afiancé.
-¿Llevás la cuenta de cuántos campeonatos ganaste con Universidad?
-La verdad que no, pero haciendo un cálculo rápido yo jugué en los torneos locales 19 o 20 finales y sólo perdí una que fue ante Amancay, recuerdo que fue un Clausura y perdimos por penales. Fue la única vez que conocimos lo que es perder en una final local.
-O sea que prácticamente no conocen la derrota…
-La verdad que no. Gracias a Dios nos entrenamos todos los días para ganar, sea el torneo que sea. Por suerte se nos da.
-¿En qué marca la diferencia la ‘U’ con el resto de los equipos sanjuaninos?
-Creo que por el sacrificio y la mentalidad que tenemos nosotras como grupo. La única diferencia entre el deporte profesional con el amateur es que en el profesional cobrás sueldo. Nosotras somos profesionales pero sin sueldo. Porque tomamos esto que hacemos con mucho profesionalismo, entrenamos todos los días y arreglamos nuestros horarios de acuerdo al hockey, en otras palabras: vivimos para entrenar. El grupo es muy conciente desde febrero que arrancamos con la pretemporada con los objetivos anuales que nos proponemos. Nos entrenamos al máximo, nos cuidamos en las comidas, no salimos, dejamos muchas cosas de lado. Esa es la diferencia tanto dentro de la cancha como fuera.
-¿Qué le falta al hockey sanjuanino para su crecimiento?
-Sí, mucho. Sin ir más lejos entre Mendoza y San Juan la diferencia es abismal. La infraestructura que tienen ellos queda muy lejos a la nuestra. Estamos muy lejos de compararnos con ellos. Por eso nosotras, como también varios equipos sanjuaninos, ahora nos vamos a jugar allá.
