Luis Francisco Tonelotto no cambia su forma de ser ni hablando por teléfono. "¡Hola!, ¿Sí, que necesitás? Lo tuyo, ¿todo bien?…" Amable. Dispuesto a conversar siempre. No importa el momento. Aunque en el hoy por hoy su equipo, San Martín, está en una etapa dulce. Y por eso el goleador se prende con más motivos a la conversación. Se lo nota metido. Confiado. No sólo está seguro de lo suyo sino que le mete fichas a sus compañeros. "Estamos bien y tenemos que seguir así. Soy un convencido que hay que aprovechar al máximo los buenos momentos", aclaró antes del diálogo…
– ¿Y Luis, volvés a hacer un gol este jueves?
– ¡Qué lindo sería! Por todos. Por el equipo, por la gente. Pero bueno, si se da, se da. Uno lo busca siempre. Es más, te juro, los goles que hago acá, en San Juan, los gozo a pleno. Mentiría si digo que los que hago afuera son menos importantes. Pero si se dan en la cancha de San Martín, tienen un sabor especial.
– Contra Merlo no pudiste.
– Y…, no se dio. Tuve dos oportunidades. Fueron dos cabezazos. En una me metieron un codazo y me rompieron la boca. Y en la otra se fue desviado.
– ¿Partido duro no?
– Como todos. Merlo es un buen equipo. Que viene armadito. Por eso, sacamos un punto importante. Tenemos que seguir así. Cumpliendo a la letra todo lo que se hace en la semana. Los partidos salen bien porque no nos salimos de lo nuestro. Seguimos siendo ordenados. Ese es el principal atributo.
– ¿Y Aldosivi que?
– Tiene un plantel con jugadores experimentados. Por eso va a ser complicado, duro. Pero lo vamos a ganar. Nosotros tendremos que proponer. Ellos nos van a esperar y tratarán de herirnos de contra.
– ¿Crees que el rendimiento de San Martín ha sido siempre el mismo?
– Igual desde la primera fecha hasta la cuarta. Y por ser parejo es que hemos sacado tantos puntos.
– Salís vos entra Penco, ¿un cambio cantado?
– Es lo que determine el técnico.
– ¿Podrían jugar juntos?
– Si Quique (Hrabina) lo determina, así será. No es imposible que alguna vez juguemos juntos. Dependerá de las circunstancias del partido.
– Se nota que estás bien.
– Entero. Y con ganas. Igual que todo San Martín. Por eso vamos por más.

