Ayer, y con la frase de "tocamos fondo’, como uno de sus principales argumentos al momento de tomar la decisión final luego que el domingo San Martín perdiera ante Patronato su cuarto juego consecutivo y quedara complicado con el promedio, Juan Manuel Azconzábal decidió renunciar al cargo de entrenador tras 27 partidos al frente del equipo. Tiempo en el que peleó incluso por el tercer ascenso a Primera División. Bajó su mandato, el equipo obtuvo el 41,97% de los puntos en juego, sacando 34 sobre 81, producto de las 9 victorias, 7 empates y 11 derrotas.

El Vasco tomó las riendas el 29 de octubre del año pasado luego que echaran al por entonces técnico Daniel Garnero. Su campaña tuvo picos altos, pero también la deuda de sólo haber ganado un juego de visitante. Aunque el detonante fue que San Martín haya pasado de pelear por ascender a mirar la tabla de los promedios en un abrir y cerrar de ojos. Eso encendió la alarma y el Vasco fue el primero en dar un paso al costado (de manera interina ahora lo dirigirá Marcelo Vivas) cuando al torneo le restan dos fechas y el Verdinegro se jugará la permanencia.

Ayer, en el día que se quedó sin trabajo como él lo resaltó, pero que lo hizo pensando en el bien de San Martín y además porque se quedó sin recursos para torcer el presente, se despidió del plantel y luego dialogó con DIARIO DE CUYO.

-¿Cómo, cuándo y por qué tomaste la decisión de renunciar?

-Después del partido me fui caliente. Lo fuimos analizando entre anoche (por el domingo) y la madrugada y consideramos que era lo mejor para el club y que está a tiempo de dar una vuelta de hoja porque no encontré una respuesta futbolística y tampoco anímica en este último partido. Eso me preocupó y entiendo que el tiempo es el indicado.

-Entonces, ¿tu salida se basa en la derrota del domingo o también en las anteriores?

-No, sumado a las cuatro derrotas consecutivas es un desencadenante de esto. Lamentablemente en 20 días pasamos de tener aspiraciones al ascenso a cuatro derrotas muy dolorosas. Entiendo que tocamos fondo y quizá mi salida pueda despertar algo en los jugadores.

-¿Perdiste fuerzas o no podías revertir el presente?

-No, entiendo que el plantel anímicamente sufrió un bajón y lo futbolístico fue ayudado con las bajas permanentes desde que empezó el campeonato. Por ejemplo, en el partido de ayer (por el domingo) se me juntaron 8 ausencias de jugadores que podían ser titulares, casos Pelaitay, Bogado, Mattia, Hoyos, Barone, Poggi, Silva, Ledesma que lo perdí a principio de campeonato. Son los momentos que uno dice que quizás si hubiésemos traído refuerzos estaríamos sufriendo menos, si hubiésemos reemplazado un jugador por la lesión de Ledesma también, y hoy se pagó todo junto.

-Pero faltaban sólo dos fechas para el final.

-Sí, pero cuatro derrotas consecutivas y con el equipo futbolísticamente disminuyendo en su tarea no me parece que tenga que hacer otro tipo de análisis.

-¿Fue muy grande el golpe?

-No, entendí que acá no se habla de golpe grande o golpe chico. Entiendo que lo mejor hoy para San Martín es dar vuelta la hoja y llegar con todo a Brown de Adrogué. Se los dije a los jugadores y los veo capacitados para lograr un gran resultado y ojalá así sea.

-Cuando analizás que estabas peleando por el ascenso y hoy el equipo disputa abajo para salvar la categoría, ¿te sentís culpable por eso?

-Me da bronca, nada más.

-¿Pero quién es el culpable?

-No tan culpable, yo diría responsable y somos todos.

-¿Y Azconzábal que porcentaje tiene?

-Depende de la opinión de cada uno. Son todos, en el fútbol es así. El dirigente al armar el equipo, donde lamentablemente no tuve la oportunidad de participar en eso. No tuve la posibilidad por una cuestión económica de incorporar refuerzos y sufrimos muchas lesiones. Después sí, a la hora de armar el equipo fui responsable yo. De que debutaran 6 jugadores también fui responsable y de que hayamos estado cerca de pelear por un ascenso y tener cuatro derrotas consecutivas también soy responsable.

-Entonces en tu balance general hay algo de positivo.

-Hoy no estoy para hacer un balance, estoy para entender que lo más importante es la institución a la que uno se debe y me parece que lo más importante es esto: dar un paso al costado.

-Te duele porque estos momentos son impensados.

-Totalmente y con bronca, pero son parte también de este trabajo de saber cuando hay que tomar determinadas decisiones.

-Ahora que ya renunciaste al cargo, ¿cómo terminó tu relación con jugadores y dirigentes?

-Bien con todos.

-¿Pero nunca hubo roces internos, de vestuario?

-Hay algo que trato de cuidar y que se va perdiendo en la sociedad y es que yo tengo códigos y tengo que manejar la ética. Entonces le agradezco a San Martín y a los dirigentes la posibilidad de trabajar, y a los jugadores que en todo momento se brindaron por nuestro trabajo. Es así y esa es la realidad. Poco correspondería y si hubiese pasado algo dar una opinión porque siempre hay cosas que tienen que quedar adentro del vestuario y dentro de la institución.

-Mirándolo ahora desde afuera, ¿cómo lo ves a San Martín para estas dos fechas que restan?

-Lo veo que rápidamente debe recuperar la parte anímica porque es lo que va de la mano con lo futbolístico.

-¿Y eso lo da un cambio de técnico?

-Entendí que la primera posibilidad para que pase era esa.