Tuvo perdón del lado de Craviotto y por eso regresa, al menos para estar en el banco. Roberval contará con una nueva chance. La misma que el brasilero admitió que pensó que nunca más tendría, después de sus faltas de disciplina que desembocaron en ser relegado por el DT luego del choque en febrero con Quilmes cuando tras ser reemplazado se fue directo al vestuario. Ya en el camarín, tuvo un duro cruce con tres referentes y desde entonces comenzó su caída libre. Hasta el viernes, que Craviotto lo indultó.

"Esta nueva chance que me dan todos la quiero aprovechar. Fui un boludo, pero cambié", abrió el moreno apelando a una palabra que seguramente no aprendió en su Pernambuco natal y que tanto le gusta a los extranjeros que llegan a nuestro país.

"Después que pasó lo de Quilmes, venía a entrenarme y le ponía ganas, pero estaba deprimido. Bajoneado porque no podía ayudar dentro de la cancha. En ese momento, pensé que no iba a jugar nunca más", destacó y agregó "ahora sólo quiero que todo salga bien para el equipo. Que mañana (por hoy) ganemos, así podemos meternos arriba".

Vuelve Roberval, quien antes de subirse nuevamente al bondi, tuvo un cara a cara con el presidente Petrignani. ¿Shampoo? Lo cierto es que por suerte para el delantero, su presentimiento no se cumplió.