El 5 de mayo pasado cumplió 18 años, quince de los cuales los pasó arriba de una bicicleta. Dentro del ambiente saben que el ciclismo corre por sus venas. Su padre Eduardo y su tío materno, Raúl Carrión, fueron pedalistas. Quienes no son tan aficionados pero conocen a las figuras del deporte que hizo famoso a San Juan, releyeron el título de la crónica publicada el domingo y se preguntaron: ¿Catapan?
Se lo presentamos. Se llama Facundo Matías, vecino de la Villa San Juan, ubicada detrás del Hipódromo de Rivadavia. Es hincha de River y su comida favorita son las supremas de pollo. El segundo de los cuatro hijos que tuvieron Eduardo Catapan y Claudia Carrión, mide 1,68 y pesa 58 kilogramos. Su pequeño físico guarda con llaves la gran convicción de hacerse un nombre en el deporte que lo apasiona.
‘Ahora estoy dedicado exclusivamente al ciclismo. Mis hermanos Gonzalo (20 años) y Franco (16) estudian, yo le dije a mi mamá que quería ser ciclista y que me iba a esforzar por ser el mejor y dejé la secundaria en segundo año. No le gustó mucho, pero ella y todos me apoyan’, contó el joven que tiene una hermanita menor, de tres años, Ailen, quien con sus travesuras le roba siempre una sonrisa.
Desde principios de este año integra el equipo de la Agrupación Virgen de Fátima (‘estoy muy agradecido al señor Carlos Gómez y al ‘Pitufo’ Castro, por confiar en mí’), anteriormente corría en el Sindicato Empleados Públicos (‘también le agradezco a don José Díaz’) conjunto del que se fue por no estar de acuerdo con alguna directiva recibida de un auxiliar.
En el equipo ‘piquetero’ tiene la posibilidad de entrenar y podrá correr en la ruta junto a su ídolo: Luciano Montivero. ‘Me encanta el Pato, verlo subir y ponerse al frente del pelotón y tirar es un espectáculo’, afirma entusiasmado.
Festejó su primer triunfo en la pista con un viaje familiar, el domingo, a Mendoza. Y ayer ya estaba entregado de cuerpo y alma a su oficio de corredor de bicicleta. ‘En la mañana salí a rodar dos horas, unos 60 kilómetros y ahora (por la tarde) estoy en el gimnasio del Estadio Cantoni, porque tengo que cumplir con un programa de tres sesiones semanales para llegar bien a los Binacionales’, explicó.
Justamente los Juegos de Integración Andina, que se desarrollarán este año en la Región del Maule, Chile, son el primer objetivo del novel pedalista. ‘No se aún qué haré. El año pasado integré el equipo de la Persecución y con Leonardo Cobarrubia, Leonardo Rodríguez y Gonzalo Robledo, fuimos segundos. Además fui quinto en las puntuables’, confió quien a su corta edad tiene muy en claro que su función en el equipo chimbero es la de ayudar a sus líderes. ‘No imaginé nunca que podría ganar. Yo estaba trabajando para el Nico (Naranjo), además cuando saqué la vuelta de ventaja me nublé. No llevaba la puntuación en la cabeza. Cuando me dijeron que si mantenía la ventaja ganaba, no lo podía creer’.

