Hoy están juntos en el mismo equipo. Ocho años atrás, mientras el más grande ya jugaba en la Selección Nacional, el más chico lo miraba desde la tribuna. La diferencia de edad casi que ni se nota y eso es un punto a favor del seleccionado argentino de hockey. Porque es símbolo de equilibrio y significa que hay un entendimiento a ciegas. Fuera y dentro de la cancha. Lucas Ordoñez (21 años) y Mariano Velázquez (31) tiran para el mismo lado y son compañeros en la selección que irá al Mundial de Vigo…
"Es raro. Cuando el Mono estaba jugando acá en este estadio el Mundial del 2001 yo tenía 13 años y estaba allá, en aquella tribuna. En ese lugar lloré cuando perdimos el título en la final pero antes siempre grité alentando. Y ahora lo tengo al lado. El defiende y yo ataco, entonces siempre chocamos en la cancha. Por eso, ¡Mono, haceme grande! (risas)". Lo dice el pibe Ordoñez. Un cara de pícaro inconfundible.
Y el Mono, que escucha al lado, contesta: "Este es un loco pero un pibazo. A la madurez y experiencia de los más veteranos nos viene bárbaro la motivación de estos chicos como Lucas. Te transportan esas ganas con las que encaran las cosas. Por eso estamos bien. Porque hay equilibrio. Y porque es un gran grupo".
Para José Martinazzo, el técnico, los dos son jugadores fundamentales. Por ejemplo ayer, en el partido de práctica, hizo enfrentar a los defensores más duros (Velázquez/Abalos) con los delanteros con mayor movilidad (Pablo Alvarez/Ordoñez). Y el más grande como el más chico brillaron.
El Mono está conforme con el nivel en el que están: "Hemos bajado los cargas a nivel físico y ahora se nota que nos movemos con rapidez. También con lucidez. Y eso es fundamental. A España tenemos que llegar nivelados, con el ritmo que pretendemos. Pero hay que seguir afinando todos los aspectos".
Luquitas, con su picardía, escuchaba al Mono y agregaba: "Sí, hay que meterle pero no me matés a palos (risas). Yo no tengo la culpa que te gane tan fácil al truco…"

