Siempre se mantuvo atrás de las cámaras. Brindándole apoyo a su marido Fabián Flaqué después de cada prueba, pero ahora María Inés Archilla pasó de ser ‘la mujer de…’ para ser ella el foco de las entrevistas. ‘Marita’, mamá de Delfina y Constanza, viene de ganar la primera edición en mujeres de la ‘Maratón de San Juan’ que organizó Adventure Pro hace una semana y contó cómo vive el momento feliz después de la consagración.

-¿Cómo empezaste a correr?

-Surge por casualidad. Con Fabián siempre fuimos muy deportistas hasta que me quedé embarazada y por falta de tiempo, tuve que dejar de trabajar. Entonces mi marido me regaló una cinta para correr, como para que hiciera algo mientras las nenas dormían. Empecé a trotar ahí, hasta que unos amigos me invitaron a correr una edición de ‘Argentina Corre’ y esa fue la primera carrera que corrí hace poco más de tres años. Fueron 10 kilómetros pero fue el detonante porque empecé a buscar momentos para salir a la calle porque la cinta me aburrió. Tuve un par de lesiones por inexperiencia, hasta que arranqué con Gustavo Milla como entrenador.

-¿El maratón del domingo pasado qué significó?

-La distancia de 42 kilómetros ya la había hecho el año pasado en Buenos Aires y sabía que ésta iba a ser difícil por el desnivel que tiene: llegamos al paredón del Dique, después fuimos hasta Marquesado, todo eso tiene una pendiente ascendente y eso era una dificultad más. Me gustó mucho porque fue una carrera muy bien organizada.

-¿No apuntabas a ganarla?

-Sabía que tenía posibilidades de andar bien porque en la provincia no hay muchas chicas que hagan distancias tan largas, pero ganarla fue una alegría adicional porque mi objetivo personal era superar el tiempo que me había puesto y lo superé por mucho.

-¿Qué sensaciones se te pasaron cuando cruzaste la línea de meta?

-Pensé que Fabián y las nenas no estaban en la llegada, porque ellos siempre me esperan en los últimos metros a los costados, y no los veía. Y cuando crucé la meta estaban del otro lado los tres, eso para mí fue muy fuerte. Fue el momento más emocionante que viví en una carrera.

-Este cambio de roles con Fabián, siendo vos el foco de atención, ¿cómo lo llevás?

-Es raro. Quien estuvo en este lugar siempre fue él. Hace 14 años que estamos juntos y yo lo acompañé siempre y que ahora él me devuelva esto, es una gran satisfacción para mí. Me gusta que mis hijas vean que sus padres hacen deporte. Es el mejor ejemplo que les podemos dar.

-¿Te sentiste una ganadora?

-La verdad que sí. Me siento rara porque en San Juan hay muy buenos atletas, me siento usurpando un lugar que no me corresponde (risas). A mí me costó mucho sacrificio porque antes me levantaba a las 5 de la mañana para ir correr, entonces ahora estoy viendo los frutos.

-Si las nenas tienen que elegir seguir el deporte de los papás, ¿qué elegís?

-Son chiquitas. Como seguimos muy de cerca la actividad de Fabián no sería raro que les guste el automovilismo. No me disgustaría para nada.