San Juan.- No habla de lo que sucedió, no quiere salir de su casa y permanece bajo tratamiento psicológico. De ese modo pasa sus días Laureano Rosas, el ciclista que estaba junto a su colega Elías “Chuky” Pereyra y lo asistió tras el accidente que le costó la vida hace 6 días.

Agostina Orellano, esposa de Rosas, fue quien habló sobre el difícil momento que está pasando el deportista del Sindicato Empleados Públicos (SEP). “Laureano está pasando un momento muy difícil. Lo mejor fue venir para acá –a Buenos Aires- donde tenemos a toda nuestra familia”, contó Agostina, quien agregó que decidieron irse allí después de acompañar a los familiares de Pereyra en el entierro que se realizó en La Pampa.

Por otra parte, sostuvo que “quien falleció era más que su compañero, era su amigo, su hermano. Su relación iba más allá”. A la que vez que contó que ambos se conocían desde antes de llegar a San Juan, hace 6 años, y que a la última parte de la vida de “Chuky” la pasaron juntos.

En cuanto a lo que vivió el ciclista, Agostina dijo que “él no quiere hablar nada sobre el momento del accidente. Prefiere no decir nada, ni recordar. La imagen fue muy traumática, por eso está bajo tratamiento psicológico y no quiere ni salir, por ahora. Laureano se va a presentar ante la Justicia a declarar por el accidente, pero no ahora. Va a presentar un certificado médico hasta que esté mejor”.