Después de conseguir su cuarto Balón de Oro, Lionel Messi siguió con los festejos. Aunque se tomó un tiempo para expresarle a la prensa los motivos por los cuales optó por concurrir a la gala de Zurich, Suiza, el pasado lunes, con el traje que causó revuelo en la prensa y en las redes sociales.
El look del rosarino fue de diminutos lunares blancos, como minúsculos balones, en un smoking de seda negro y solapas de satén, que acompañaba con moñito con el mismo estampado, confeccionado para esta ocasión por Dolce & Gabbana, según una nota publicada por los modistos en la red social Facebook.
Según, el propio jugador, el diseñador fue él mismo: "La idea de llevar este traje y este moñito es mía, para sorprender y ser diferente, no yendo como siempre de negro", dijo Messi sin esquivar la polémica.
La Pulga dejó boquiabiertos a sus seguidores en el campo y fuera de él gracias a la colaboración que firmaron, hace dos años, la firma italiana y el delantero argentino por la que se comprometía a vestir sus diseños en actos oficiales. Acostumbrados a su habitual indumentaria informal, el cambio radical que ofrece el jugador cuando se presenta en un evento social impresiona a todos por su atrevimiento.
Faina Domínguez, directora de la tienda de Dolce & Gabbana en Madrid confirmó a la agencia EFE que el delantero tiene una relación "directa" con los diseñadores y se deja "aconsejar" por ellos.
Rinaldo Sata, que forma parte del equipo de la firma en Madrid, destacó que se trata de un modelo Sicilia, de creación artesanal, con "corte geométrico" en la chaqueta, los "lunares" característicos de la marca y "pantalón pitillo". "Es el traje maestro de Dolce. El forro de la americana es transparente para que así se pueda contemplar el cuidado con el que está confeccionada", precisó.
Messi representa al "hombre moderno, sexy y atrevido" que define a esta firma de moda, dijo Sata.

