La imagen parecía más a las del primer lustro del Siglo XXI cuando todos los micrófonos lo buscaban, cuando su figura era un imán para todas las miradas y las palmadas. Volvió a escuchar su victoria en cada emisora que transmitió la carrera, se le llenaron los ojos de lágrimas y su voz se aflautó de la emoción. Es que para Oscar Villalobo la victoria de ayer en La Bebida llega en un momento muy especial, a dos semanas de un Campeonato Argentino de Ruta que se correrá en San Juan y en el que Villalobo, sin ser considerado favorito, tiene muchas ganas de ganar.

"Estoy muy feliz, muy contento porque volví a ganar en esta zona, La Bebida y Marquesado, por la que paso todos los días para entrenar o ir hasta mi casa en Zonda. Estoy muy contento y agradecido a toda la gente que me da su cariño sin pedirme nada. Siempre es lindo ganar y más cuando uno ha puesto tanto empeño y ganas en tratar de lograr el nivel competitivo que me permita soñar con repetir días como el de hoy", afirmó luego de recibir el saludo de sus adversarios en el podio y en el único momento que pudo compartir con su hijo Agustín, al que subió sobre sus hombros.

"La gente me hizo emocionar, me alentaron desde que me escapé y me pone muy contento poder hacerlos felices, gracias. No tengo palabras para contar lo que siento", concluyó.