Es uno de los cinco sanjuaninos que hoy están jugando en Primera División del fútbol de Argentina. Pero el caso de Angel Vildozo es más que especial porque a diferencia de Ceballos, Botta, Barrera y Mas, el goleador veinticinqueño no pasó por los clubes de la capital de San Juan antes de emigrar al fútbol de Buenos Aires. Su viaje fue directo: de su amado Villa Borjas a Renato Cesarini y de ahí a All Boys, para pelearla en el ascenso, jugar en Chile, Ecuador y volver luego al Albo de Floresta para darse el gusto de jugar en Primera y también haber hecho ya 2 goles con esa camiseta (Quilmes y Lanús). Pero como hombre de tierra adentro, Angel no olvida sus raíces y hoy está de regreso en Las Casuarinas, su lugar en el mundo. Este viaje fue especial porque llegó acompañado de Martina, que con 10 meses, recién conoció San Juan. Antes ya había venido con Priscilla y con su esposa. Pero Angel admite que este retorno a las fuentes es vital en su carrera: "Siempre vengo, como sea, pero vengo. Me hace bien, me llena de energía. Me reencuentra con mis raíces. Eso es algo que no tiene precio’, cuenta.
¿Qué es lo que más añoras en Buenos Aires?
"Es sencillo. Muy simple: sentarme a tomar mate en el patio con mi vieja. Eso es lo que más extraño’.
¿Conque cosas te reencontrás cada vez que volvés a Las Casuarinas, a tu pueblo, a tu gente?
"Yo creo que vuelvo a recuperar mi horizonte. Me hace ver de dónde salí y para donde voy. Es algo muy lindo porque en cada calle, o cuando paso por Villa Borjas o el Polideportivo municipal, me acuerdo que yo jugué ahí y que soñaba con llegar adonde hoy estoy. Eso es reconfortante’.
Y en los amigos, esos de toda la vida, ¿qué cosas reencontrás?
"El verdadero sentido de la palabra amistad. Pasan por la puerta de la casa de mis viejos y me saludan. Sergio Fernández, que ahora es policía, se junta siempre a charlar conmigo de todo. Hugo Aballay, que además de amigo es mi vecino, fue rival y era defensor. Nos matábamos a patadas pero después salíamos juntos, como tienen que ser los amigos. Esa es la inyección de humanidad que me regalan cada vez que vuelvo a mi pueblo. Eso no se consigue en todas partes’.
¿Cuáles son tus expectativas para el próximo semestre en All Boys que hoy es tu presente?
"Estoy trabajando todos los días para ganarme más tiempo como titular. Jugué apenas 2 partidos de arranque y fue contra Lanús de local y contra Racing de visitante, pero quiero más oportunidades. Es difícil porque todo es muy competitivo pero siempre me he tenido una fe enorme para pelearla desde el trabajo y la superación permanente. Así pude llegar a cumplir ese sueño de jugar en Primera que tantas veces repasé en mi mente cuando jugaba para Villa Borjas. Esa es mi forma de pensar. Así lo entiendo al fútbol y no de otra manera. Por eso es que mañana nos vamos a juntar en el club con los chicos de la escuelita para que vean que se puede. Siempre, se puede.

