Juan Pablo Dotti le agradeció hasta al peluquero. Tipo simple, trató de no olvidarse de nadie en su gran momento. Dotti aparece como un pibe respetuoso y bonachón, mientras que los que los conocen hablan de un hombre extremadamente apasionado por su trabajo, puntilloso y estricto con sus entrenamientos. Cuando muchos adolescentes dudan qué estudiar, él se vino a San Juan a correr.

Eso es lo que quería. Durmió en casas de familias amigas, creció, luego se fue a Europa y a Estados Unidos, pero siempre volvió. Pretendía ganar y hacerse grande en su segundo hogar. Ayer, el de Bolívar alcanzó la gloria ciclista en una provincia que respira ciclismo. "Esto es un sueño cumplido. Siempre dije que tenía una deuda con San Juan, por el cariño que me dio, porque me abrió las puertas de su casa y de su amistad. Yo me vine de muy chico desde Bolívar con una mochila grande de ilusiones y hoy lo corono con la Vuelta", contó el vencedor.

Dotti sabe lo que es triunfar en el exterior, pero ayer confesó que esta victoria no la cambia por nada. "Deportiva y organizativamente, estamos muy lejos de Europa. Pero por la pasión y el cariño con el que se vive una carrera en San Juan, somos nosotros los que estamos lejos de ellos. A esto no lo puedo comparar con nada, ni con un Tour de Francia o un Giro de Italia, lo que se vio ahora en la Circunvalación no se ve en otra parte del mundo", elogió.

Juan Pablo nació un 24 de junio de hace 25 años y dejó sus sueños de goleador en un club de su Bolívar natal para dedicarse exclusivamente al ciclismo. "Siempre supe que si quería correr afuera, tenía que andar bien en San Juan. Yo nací y me forjé deportivamente en esta provincia", dijo tras ganar el mes pasado la Doble Calingasta. En 2006, Dotti le pidió apoyo a Marcelo Tinelli, uno de sus vecinos, para viajar a Europa y probar suerte. Tinelli lo hizo y Juan no defraudó. En Italia hizo un año como amateur en el equipo Bianchi y los dos siguientes en el Cinelli profesional, donde logró seis triunfos. En 2009 fichó para el Aerocat, de Atlanta, Estados Unidos, y allí sigue corriendo.

"Sé que mi nombre va a quedar en la historia de la Vuelta, pero el verdadero ganador es el equipo. En solitario no se puede ganar nada", expresó.

A su vez, Dotti, quien el sábado confesó que se prohibió de muchas cosas en su preparación con tal de ganar la Vuelta, ayer respiró aliviado. "Ahora, a comer asados y juntarme con mis amigos. ¡Quiero disfrutar y festejar!", cerró con una sonrisa de oreja a oreja.