Referente dentro y fuera de la cancha. En lo que va de la campaña, pese a ser la primera en San Martín, ya comenzó a ganarse el corazón del hincha, ese que le reconoce su entrega permanente. Andrés Alderete es un futbolista que por experiencia y presente siempre vale la pena escuchar. Habla sin cassette, como diría más de uno en la popular. En un mano a mano con DIARIO DE CUYO, el volante central miró hacia adelante con el choque ante Independiente Rivadavia de Mendoza el domingo y valorizó lo que sería un triunfo en un partido con tintes de clásico. Pero también analizó la salida de Darío Franco y el cambio en la forma de juego del equipo. Justamente en ese sentido, el ex Gimnasia se mantiene para este medio como uno de los puntos salientes, a tal punto, que es el de mejor promedio del 2011.

-Imagino una semana distinta a las anteriores, más tranquila para el plantel.

-Así es. Uno se siente de otra manera cuando gana. Se trabaja con otro ánimo y eso se nota. Necesitábamos un triunfo para cambiar un poco el momento que traíamos y lo conseguimos.

-¿Por qué ganaron en Chacarita?

-Porque fuimos fríos en la jugada del gol y después supimos mantener una idea. El equipo tuvo muchas opciones pero concretó esa, en la cual se notó la frialdad con que jugamos gran parte del partido.

-¿Qué cambios notás en la forma de juego del equipo, ahora, con Garnero?

-La idea es la misma y pasa por atacar y buscar la victoria en todos lados. Pero es obvio que la distribución del equipo es otra, partiendo de la base que ya no tenemos tres delanteros y ahora hay un volante más. Ése, diría, que es el mayor cambio.

-Se te nota menos expuesto que antes.

-Es así. Pasa que ahora tengo a Marcelo (Scatolaro) siempre junto a mí y por ahí no se va tanto y el equipo da la sensación de no quedar partido. Ahora tenemos un equipo más equilibrado, más compensado te diría. Esa es la diferencia a cuando estaba Darío.

-Hablando de cambios de técnicos, ¿cómo explicás que Central y Atlético Tucumán, los dos clubes que más gastaron esta temporada, atraviesen semejante crisis y uno de ellos sin entrenador?

-Es todo muy parejo. Eso no es un verso o una frase hecha que se repite. Es la realidad. Viéndolo desde afuera, creo que esos dos clubes buscaron un cambio de aire que necesitaban. Por ahí es algo similar a lo que pasó acá con la salida de Darío y la llegada de Daniel (Garnero). Son cambios que se dan y la idea es que sean para bien. A veces salen, y a veces no.

-La última imagen de ustedes como local con Merlo es dura ya que la gente los despidió con insultos. ¿De qué forma se cambia eso?

-Ya empezamos a mejorar con el triunfo de visitante, que hacía mucho no lográbamos. Pero somos concientes que el domingo es el golpe que necesitamos. Venimos de ganar un buen partido, pero debemos ratificarlo en casa y ante nuestra gente. Eso sumaría mucho en lo anímico por ver que otra vez estamos en ritmo y con confianza.

-Si bien faltan doce fechas, ¿pensar en un ascenso directo es un poco ilógico?

-Todo puede ser mientras den los números. Estamos lejos, pero esto puede cambiar en todo momento y nosotros debemos ganar el domingo, porque sería un impulso tremendo para la recta final. A eso le apuntamos.