Es tan bueno lo que le viene sucediendo a Juan Cruz Guillemain este año en el plano del rugby que ya empezó a confesar que le cuesta creer que sea real. "Haber salido cuarto en el Mundial con Los Pumitas, después venirme a jugar al plantel superior del Stade Français y ahora esta convocatoria para jugar en Los Pumas son cosas que ni siquiera imaginé a principio de año", es la frase del segunda línea que el pasado 21 de agosto cumplió 20 años.
La última bomba cayó anteayer, cuando Santiago Phelan, el coach principal del seleccionado argentino incluyó a Juan Cruz en el listado de 39 convocados para afrontar la "Ventana de noviembre", en la que Los Pumas harán una gira por Europa, enfrentando a Gales, Francia e Irlanda, entre el 10 y 24 de noviembre.
-¿Te sorprendió o esperabas esta convocatoria?
-Me llegó un mail de la UAR el martes a las 3 de la tarde. Lo abrí esperando cualquier otra cosa. Lo leí y creí que estaban equivocados. Lo leí otra vez porque no lo podía creer.
-¿Con quién lo charlaste?
-En ese momento estaba hablando con mi novia. Después le dije a mi viejo y a mi entrenador del Jockey, Diego Alvarez, apenas me enteré.
-¿Cuándo y dónde te tenés que presentar?
-Todavía no me confirman. Sé que no estoy entre los 27 que llamaron para el primer partido, ante Gales. Así que estaría afectado para jugar ante Francia y/o Irlanda. Supongo que me sumaré a los entrenamientos después del primer partido pero no estoy seguro.
-Este llamado te llega justo después de haber debutado en el club.
-Sí, fue en Londres por la Copa de Europa, contra el London Welsh. Ganamos bien, hice un try y quedé contento. Después jugué también de titular contra el Grenoble, con el que habíamos perdido por el Top 14, y ganamos con una patada de Felipe (Contepomi) en los últimos minutos.
-¿Cómo te manejaste con la ansiedad?
-Estaba un poco nervioso antes de debutar. Sabía que tenía que aprovechar la chance porque no iba a tener muchas. Por suerte me relajé, lo disfruté y salió un partido redondo. El segundo fue diferente, llovió mucho y se hizo muy complicado, hubo mucha patada. Después hablé con los entrenadores y les gustó, así que estoy contento.
-¿El proceso de adaptación en el plantel marcha bien?
-Bien, se fue dando de a poco. Al principio costaba por el idioma y ahora estoy muy bien. Soy el más joven en un grupo consolidado de hace un par de años. Sabía que en algún momento se tenía que dar una oportunidad para jugar y había que estar bien. Sigue siendo así. El próximo partido es contra el puntero de acá, Touluse, y no entré. Sí tengo que ir al tercer tiempo, vestido con el traje.
-¿Cómo es tu rutina?
-Me voy a las ocho de la mañana al club. Antes de las 9 empieza el primer turno de entrenamiento, que puede ser gimnasio o videos también. Almuerzo en la cantina del club y luego viene el segundo turno de entrenamiento. A las 4 de la tarde ya estoy desocupado y dos veces a la semana me voy a las clases de francés.
-¿Y cómo van esas clases?
-Ando medio-medio. En el club la mitad son extranjeros y hablan inglés. Hay muchos australianos, sudafricanos y neocelandeses así que me manejo mejor con ese idioma, aunque tampoco es tan fluido (risas).
-¿Y si te trabás? ¿Te ayuda un Contepomi, por ejemplo?
-En el club no hay drama, me las rebusco y hay muy buena onda. Sergio Parisse y Felipe Contepomi ayudan. Afuera es donde se complica. Y Nahuel Chaparro, que está acá desde el año pasado, es el salvavidas.

