-¿Qué experiencia te quedó del Mundial?
-Una experiencia increíble. El viaje fue espectacular en todo sentido. En lo deportivo me fue bien (consiguió un 14to puesto en la posta de 4×100 libres y un 25to puesto en 200 espalda). Cumplí con mis expectativas, era lo que me esperaba.
-Sí, sin dudas. El calor era insoportable. Lo malo es que en Dubai no pudimos nadar. El último día del Mundial que teníamos la jornada libre, fuimos a conocer el mar, nos metimos y por poco nos quemamos (risas). Cómo será que la sal flotaba en el mar. Es impresionante.
-Excelente. Tenemos muy buen trato y eso influye mucho a la hora de ir a entrenar. Hacemos casi todo juntos, vamos a la Facultad juntos (estudian Educación Física). Tenemos casi el mismo grupo de amigos y eso te motiva psicológicamente también. Mi hermano es mi modelo a seguir.
-En el Nacional de San Jorge, en Santa Fe, corrimos junto a mi hermano y como éramos muy chiquitos y teníamos muchísimo frío, entonces le dijimos a mi papá: "Nos largamos para la foto nada más", era imposible nadar bien. Hasta el día de hoy mi papá se acuerda y nos carga.
-Un Argentino que era selectivo para el Sudamericano y me tocó correr al lado de mi hermano, en 200 metros espalda. Él iba por el andarivel 4 y yo por el 5. Al final Valentín entró primero y yo segundo, así que esa fue la mejor carrera y la más emotiva.
-¿Un sueño que tengas?
-Llegar a los Juegos Olímpicos. Hay mucho por corregir, tenemos que seguir bajando segundos que son los que nos faltan para llegar a la marca clasificatoria. Si no es para "Río 2016", trataremos de que sea "Madrid 2020".

