Al final todos los goles valen igual. De volea, de cabeza, en palomita, de tijera, con la pierna izquierda, con la derecha, o con una nalga como el que ayer marcó Jean Beausejour que le permitió a Chile plasmar en el marcador una victoria para la que trabajó haciendo un derroche de actitud ofensiva que mereció un premio mayor. El arquero de Honduras, que sacó un par de esas pelotas llamadas imposibles, y la falta de puntería de sus delanteros llevaron al equipo dirigido por Marcelo Bielsa a mirar el reloj con más ansiedad que por el temor que podían transmitir los timoratos centroaméricanos.
Este Chile que no ganaba un partido en un Mundial desde hace 48 años, cuando fue sede, mostró el sello que Bielsa trasmite a todos sus equipos. Mostró que tenía el arco rival entre ceja y ceja y buscó siempre. El tándem ofensivo que por derecha realizan, el ex River, Alexis Sánchez y el lateral del Udinese de Italia, Mauricio Isla, fue un martirio para un Honduras lento e irresoluto que en varios momentos del partido se limitó a defenderse con uñas y dientes.
A los jugadores chilenos, como a los argentinos el sábado, les faltó tiza en el taco para concretar en la red sus buenas intenciones. Matías Fernández, con un tiro libre, y Arturo Vidal con un remate largo complicaron al arquero Noel Valladares. Chile era más, tuvo el 63% del primer tiempo la pelota en su poder, pero no podía concretarlo, hasta que Beausejour -que no llegó al centro rasante enviado por Isla- sintió que el rechazo de Maynor Figueroa rebotó en su trasero y se metió en el arco defendido por Valladares. "No lo festejé porque me pegó en la rodilla" dijo el goleador. Demasiado inocente fue su declaración en tiempos en que la televisión capta hasta los mínimos detalles.
En el segundo tiempo Chile no se conformó. Siguió yendo, continuó buscando con insistencia el segundo gol. Sánchez, con un tiro desviado a los 16 minutos y Valdivia con un cabezazo a quemarropa que tapó Valladares (ver Extrañaron a Chupete), lograron lo más destacado hasta que ingresó Mark González quien probó un par de veces desde fuera del área. El segundo no llegó. Tampoco Honduras puso en aprietos a Claudio Bravo.
La posición de Gary Medel, como zaguero, fue otra de las sorpresas que puso Bielsa en la cancha. El polifuncional volante de Boca, aportó agilidad y salida clara en un sector donde los trasandinos muestran en la baja estatura una de sus posibles puntos débiles.
Al final, después de tres participaciones mundialistas Chile volvió a cantar victoria y el gol hecho con el poto por Beausejour es, para los chilenos, el más lindo de todos los convertidos hasta ahora en el Mundial.

