Después de la paliza de Instituto en el Bicentenario, la palabra del técnico Ricardo Dillon era la más esperada por todos. Y el Flaco, lejos de los pretextos y de los condicionantes, asumió la derrota con la autocrítica como principal argumento. “Se nos juntaron todos los errores justo en el partido que no se podían juntar. Contra el puntero, contra un equipo que sabe lo que quiere y no perdona, le dimos demasiadas facilidades. Fuimos un desastre. No jugamos bien y eso hay que reconocerlo ante todo pero también hay que remarcar que no tuvimos una semana tranquila, que se nos lesionaron jugadores claves y que nos equivocamos demasiado”, abrió el técnico de Desamparados.

Luego, buscó explicaciones para los dos primeros goles que sentenciaron todo el partido: “Fue de terror lo que hicimos en los dos primeros goles de Instituto. No hay que focalizar en una línea o en algún jugador en especial, nos equivocamos como equipo porque teníamos planeado que Encina no se diera vuelta y lo dejamos hacer eso. Esos son errores que nos costaron el partido y toda la planificación que hicimos”.

Las lesiones y las ausencias fueron condicionantes para Dillon y las explicó: “En la semana que esperábamos fuera tranquila para trabajarla bien, se complicaron las cosas con las lesiones y sentimos demasiado las ausencias de Ariel Barth y de Diego Calgaro. No pudimos hacer una práctica como queríamos pero a esta altura, eso poco aporta. Pero tuvimos complicaciones y con un plantel corto como el que tenemos, tratamos de hacer lo mejor siempre”.

Viendo el futuro, lo que se viene y las chances de permanencia de Sportivo, Dillon pidió frialdad para todo: “No hay que desesperarse. Perdimos contra el puntero y eso lo tiene que entender la gente. Hay que ser fríos y apuntar al campeonato que realmente estamos jugando nosotros que es contra los equipos que pelean como nosotros por quedarse. Este grupo tiene material para salir adelante y ya lo demostró en Patronato y Atlanta. Hay que tener esperanza”.