Buenos Aires, 25 de febrero.- El 2014 parecía ser el año de Ramón Díaz en River, después de una pretemporada casi ideal, en la que superó a Boca en dos de tres partidos, y el aire renovado que se respiraba en el club con la llegada de las nuevas autoridades, los hinchas se ilusionaron pero la realidad los golpeó rápidamente y el DT quedó en el ojo de la tormenta.

Las dos derrotas consecutivas del equipo en el Torneo Final (ante Godoy Cruz en el Monumental y Colón) desnudaron la fragilidad del planteo que en el verano le había dado tan buenos resultados al DT y desató la catarata de cruces que ya parecen ponerle plazos a la continuidad del entrenador si la situación no cambia en el corto plazo.

El primero en demostrar su descontento con la actualidad fue el propio Ramón Díaz que luego de la dura derrota ante el Sabalero apuntó contra sus jugadores: "Estoy desilusionado. Podés perder, pero no de esta manera. El equipo no jugó, no presionó; en el primer tiempo prácticamente no tuvimos situaciones y eso es lo que más me preocupa. No me gustaron las formas. Para jugar con esta camiseta se necesita más actitud, carácter".

Pero las críticas de los hinchas no solo apuntaron al bajo nivel que mostraron los jugadores durante los últimos tres partidos, sino que el DT también quedó en el foco de las críticas ya que la decisión de defender con tres jugadores fue para muchos una de las razones del mal funcionamiento del equipo.

El bajo nivel que mostraron varios de los jugadores que son prácticamente titulares indiscutidos para Ramón como Ponzio, Carbonero, Vangioni, Kranevitter y Teo Gutiérrez (al que sacó en el entretiempo ante Colón) dejaron sin respuesta al DT que después del partido se convirtió en el Ramón omnipotente y crítico que parecía haber quedado en el pasado.

"No le doy explicaciones a nadie, pero seguramente (los dirigentes) no vieron un buen partido; el primer enojado acá soy yo", explicó el riojano que para colmo recibió un claro mensaje por parte del presidente del club.

Cuando la relación entre el DT y los dirigentes parecía estar en su mejor momento fue el propio presidente el que desempolvó el mismo discurso que utilizó durante su campaña electoral y no le puso plazos al entrenador pero deslizó la posibilidad de que su ciclo puede llegar a su fin: "Quiere tanto al club que si le va mal me diría ‘hasta acá llegué’. Él solo dará un paso al costado. Pero no creo que suceda. Tiene todo nuestro apoyo".

El tiempo apremia y Ramón sabe que de no comenzar a ganar el equipo quedará muy lejos de la pelea por el título, el único objetivo del equipo en este semestre, lo que podría marcar el final del ciclo del entrenador en el club.