-¿Pasó por tu cabeza colgar los guantes?

-Después de la pelea estaba muy desilusionado, porque me preparé como nunca y no me salió nada de lo que había preparado. Sí pensé en largar todo, pero estaba muy fastidiado. Después, cuando recibí el saludo de gente de México y de la Top Rank, me di cuenta que tengo que intentarlo nuevamente.

-¿Cómo continuará tu historia con el boxeo?

-Me tomaré un mes de vacaciones, después haré un mes de trabajo físico y en octubre comenzaré a entrenar pensando en hacer una pelea antes de fin de año.

-¿Seguirás entrenando en Mendoza?

-Sí, cuando tomé la decisión de irme a trabajar con el equipo de Jorge Arias, les dije que me quedaban un par de años y que quería retirarme con ellos.

-¿Estás conforme con la preparación?

-Sí, totalmente. Nunca en mi vida había estado tan bien preparado. Creo que mejoré muchas cosas, no se notaron porque Gradovich no me dejó.

-¿Te sorprendió el ruso?

-Sí, hizo una pelea diferente a la que hizo con Dib. Estuvo rápido y es muy fuerte.

-Lo conectaste con un par de manos y no lo moviste, ¿eso disminuyó tu ánimo?

-No sé, puede ser. Le metí manos muy netas en el hígado y en la cabeza y las asimiló muy bien.

-Ahora, ¿qué sentís?

-A medida que pasan los días miro más fríamente las cosas y me da rabia porque no rendí como debía. No fue mi noche.

-¿Creés que habrá una tercera oportunidad?

-Vamos a trabajar para conseguirla. La gente de Top Rank me dijo que la pelea había sido muy buena y que me mantendrían en un buen puesto de ranking.

-Se valora tu coraje y se critica tu estilo, ¿eso te afecta?

-Soy muy sensible y algunas críticas me duelen. Sé que no lucí muy bien en las dos últimas peleas, sinceramente creo que a Franco le gané y con Gradovich fui superado. Nadie me regaló nada. La pelea por el título mundial la gané arriba del ring.

-Cobraste la mejor bolsa de tu carrera, ¿para qué alcanza?

-Sí, es la más grande de todas, servirá para hacer otra pieza, levantar las medianeras y poner rejas en mi nueva casa.

-¿Nada más que para eso?

-Quiero comprarme un auto, veremos. Mucha gente cree que peleando por un título mundial uno se salva para toda la vida y no es así. Ayuda mucho, pero hay que seguir.

-¿Ponés plazos a tu campaña?

-No, pero no creo que pelee por más de dos años. Con Arias (su técnico) hablamos con Rivero y le dijimos que quiero pelear con los mejores. Ya estoy maduro, tengo 27 años y 30 peleas como para mentirme. Si los rivales son más exigentes me daré cuenta más rápido para qué estoy.

-¿Hay algo que puedas reprocharte?

-No, hice el sacrificio de estar lejos de mi familia. Me dediqué entero a esto y si perdí fue porque mi rival fue superior. No tengo excusas, ni reproches.

-¿Qué sacas de positivo en la derrota?

-Que no estuve solo, que mucha gente me ayudo. Tengo que agradecer al Gobierno de San Juan, al intendente de Chimbas, a Camioneros, ATSA y la Agrupación Virgen de Fátima que confiaron en mí. Le cuento algo me emociona mucho el afecto de la gente.

-Entonces, ¿abrís la puerta a la ilusión?

-Sí, toda esa gente que me alienta me da ánimos para seguir peleando por mi sueño de ser campeón mundial.