Riquelme disfruta de una nueva chance de ganar la Libertadores y lo expresó apenas regresó de Chile tras conseguir el jueves por la noche el pasaje a la gran final: “Les pedía a mis compañeros que me hagan jugar otra final, que puede ser la última”. Además valoró lo hecho por el equipo al decir que “esto es un milagro…”.
A los 33 años y en las puertas de los 34 (cumple mañana). Ya lleva tres finales de Libertadores jugadas, todas ganadas. Pero Román vive esta nueva definición de Copa como un nene, como el que la prueba por primera vez. Porque, quién dice, tal vez no hay otra. “Antes del partido les pedía a mis compañeros que me hagan jugar una final más, puede ser la última. Ya estoy bastante viejo”, contó en diálogo con TyC Sports.
“Todos los jugadores lo han hecho bien, durante toda la Copa. No es fácil llegar hasta lo último”, agregó el estratega, quien pidió que se resalte lo hecho hasta ahora: “Estoy más que satisfecho, es un milagro lo que estamos viviendo. De afuera se ve todo muy fácil”, dijo, mientras no olvidó los otros dos torneos que disputa a la par. “Tenemos chances en la última fecha del torneo y llegamos a las dos finales. Ojalá podamos ganar algo”.

