El 1 de abril de 1971 nació el quinto hijo del matrimonio conformado por Fausto Maldonado y María Isabel Díaz. Durante nueve meses pensaron el nombre de ese rozagante bebe, que agrandaba, aún más, su familia. Lo llamaron Raúl Alberto, en homenaje a un primo del progenitor, que fue elegido como padrino. No se imaginaba, la por entonces joven pareja, que en un par de segundos, siete u ocho años después, otro de sus hijos, uno mayor que Raúl, y un jockey mendocino, ya fallecido, Guillermo Moreno, amigo de Fausto, bautizarían con un apodo al inquieto chiquilín que, a pesar de su corta edad, ya vareaba los caballos en el hipódromo de Mendoza, donde la familia se había instalado por las labores de su progenitor. Le pusieron ‘Piquito’, según el ahora cuidador, pero antes uno de los jockeys más ganadores en Cuyo, tan así es, que tiene en su campaña cuatro clásicos "Domingo Faustino Sarmiento"; "fue porque tenía boca grande".
Hoy, con 51 años, y arrastrando una visible renquera que le dejó una rodada sufrida en 2016, durante el clásico; "Piquito" Maldonado sigue levantándose antes que cante el gallo, para ir hasta los boxes del hipódromo de Rivadavia y atender a cinco caballos, de dos dueños, que confiaron en sus conocimientos. "El ‘Sarmiento’ es lo más grande de nuestro turf, es la carrera que todo jockey y cuidador quiere ganar", piensa en voz alta, mientras prepara para varear a New School, un zaino de 6 años, de origen uruguayo, que el sanjuanino Jesús Illanes adquirió para presentarlo en el próximo clásico, por excelencia, de la provincia.
La primera carrera de Maldonado como jockey fue cuando tenía 13 años, como aprendiz. Un tordillo (caballo blanco) llamado Beque Tordo, le permitió debutar ganando en Mendoza. "Mis dos primeros caballos fueron tordillos, el otro fue Gancho Carguero", cuenta achicando los ojos y mirando a lo lejos, como reviviendo esas primeras experiencias.
En San Juan su debut competitivo fue montando una yegua, propiedad de Domingo Fernández, llamada Davian Pre. "Fue dentro del programa de un clásico Sarmiento", acotó, quien se retiró en 2016, también en una jornada de clásico.
Hablando específicamente de la carrera por excelencia del ámbito burrero sanjuanino, el clásico Domingo Faustino Sarmiento, Piquito rememora que creció siguiendo la campaña de Art Glass, el caballo récord, el que ganó cuatro ediciones (1981, 82, 83 y 84). Sobre el caballo de "Pepe" Guidet, comentó: "Era un crack, tenía dos corazones, corrió lesionado el último y lo ganó de guapo".
En 1989, con 17 años, llegó su turno. Ganó por primera vez el "Sarmiento", y lo hizo montando a la yegua mendocina Girola Dial. Después repetiría tres veces más: con Refulgo (1998), Yogui Boy (2002) y Juan Centella (2003).
Piquito es padre de Javier Nicolás (22 años), María Ester (21), Raúl Alberto (19) y Gustavo (16). El único que heredó su pasión por los pura sangre es el más chico. "Es lo mismo que yo, fui el único de los siete hermanos (NR: uno ya fallecido, al igual que sus padres) que siguió en esto a mi papá".
"Piquito", orgulloso jubilado como trabajador municipal ("fui empleado en el Departamento Arbolado, y sigo viendo a mis compañeros"), cuida hoy cinco caballos. El ya citado New School, Pure Swift e India Luisina, propiedad de Jesús Illanes; y dos de Mario Díaz: Catcher The Hussy y Perfecta Arrow.
Sus afanes pasan hoy por entrenar lo mejor posible a New School, para intentar ganar su primer "Sarmiento’" como cuidador. El chiquilín de 2 años, que con un palo de escoba imitaba montar un caballo y daba una vuelta corriendo por la pista chica. El mismo, que a los seis años ya vareaba a los caballos mansos, no ha perdido su esencia. Mantiene la humildad y renueva sueños de victoria en "La Carrera" emblemática que todos los años se disputa en la pesada, y difícil "cancha" del hipódromo de Rivadavia, donde vivió sus momentos más felices como jockey, y en la que a diario monitorea los entrenamientos de los caballos que están bajo su responsabilidad, y a los que dedica la experiencia acumulada en, casi medio siglo de pasión.
Raúl Alberto Maldonado – ExJockey, cuidador
"El nivel de caballada actual es superior al que había en los años anteriores. Los propietarios sanjuaninos se esmeran en comprar animales que no sólo se destacan acá, también en San Luis y Mendoza"
"A estos caballos sólo les falta hablar. Se las saben todas. Se dan cuenta cuando uno viene mal. Son muy sensibles, como nosotros advertimos cuando no están en su día".
"Constanzo, que viene de ganar el Patrono Santiago, está muy firme, y creo es el caballo a vencer. A los mendocinos no les gusta nuestra cancha, porque consideran que es muy pesada y difícil".