El volante de Boca, Nicolás Colazo, reconoció ayer no haber sentido el ruido pero sí “un dolor impresionante”, al momento de producirse la fractura de tibia y peroné de su pierna izquierda en el curso del partido con Unión de Santa Fe, el domingo último.

“No sentí el ruido del choque, pero sí un dolor impresionante. No la podía mover (la pierna). Me di cuenta que me había fracturado”, contó el volante xeneize, quien ya fue intervenido quirúrgicamente y tiene el alta médica correspondiente. “No volví a ver la jugada. Rodrigo (Erramuspe) fue bien, yo pateé muy fuerte, eso es lo que pasó. Por ahí si pateaba más despacio o veía que iba a llegar antes, aflojaba un poco la pata. Pateé con todo y tuve la mala suerte que se rompió”, contó Colazo.

El volante, que pasará entre seis y siete meses inactivo por la lesión, ya comenzó a recibir muestras de apoyo y afecto que le permitirán encarar con fuerzas la recuperación. Uno de los mensajes recibidos partió desde uno de los ídolos del club de la Ribera, Martín Palermo. “Me mandó un mensaje Martín Palermo, que está de vacaciones en la Polinesia”, resaltó.
“Mañana (por hoy) podría usar muletas sin apoyar el pie. Dentro de dos días más podría apoyar un poco. Y el viernes arranco con trabajos de kinesiología en el club”, contó.

Con relación al nivel que viene exhibiendo el equipo que conduce Julio César Falcioni, el mediocampista sostuvo: “No estamos pasando por un buen nivel futbolístico. Son los primeros partidos. El equipo se tiene que ir adaptando para ir tomando confianza”, aseguró.

Debido a la lesión de Colazo, Boca tiene la opción de pedir un nuevo cupo para otro refuerzo, algo que no hizo hasta el momento la dirigencia y de acuerdo a diferentes versiones estaría descartado. Boca incorporó para este semestre al delantero Santiago Silva, que solo está habilitado para la Copa Libertadores, y el volante Pablo Ledesma.