Justo ayer fue el día de su cumpleaños número 30. Por eso sus dos hijitas y su señora lo esperaron a la salida del camarín con una bandera en la que le deseaban felicidades. Mauro Bogado, el capitán de San Martín, vive días que no son comunes y, pese a que trata de desentenderse, los nervios lo carcomen. Amén del cambiante partido de ayer, uno de los volantes centrales del Verdinegro aún no sabe si seguirá en el club (llegó en el 2011) porque el 30 de junio se le vence su contrato y aún no ha hablado con los dirigentes por ese tema.

“Todavía nos falta jugar -dijo- con Crucero del Norte antes que se pare el Campeonato. Trato de concentrarme en eso y pensar en el equipo. Todavía falta para definir mi situación. Cada cosa a su tiempo”.

Si bien trata de descomprimir la situación, no se siente cómodo con lo que está pasando: “A mí todavía nadie me ha llamado. Es una determinación de los dirigentes pero como el tiempo pasa y no hay conversaciones deben tener su forma de pensar. A mí me queda una fecha por jugar y yo sólo pienso en San Martín. No quiero hablar de más”.

Más adelante agregó: “Estoy completamente agradecido del club. Lo que soy es por San Martín. Me quedaría orgulloso pero no quiero forzar a nadie. Pienso que es sólo cuestión de sentarse a hablar”.

En cuanto al partido ante el Halcón de Varela, Mauro aclaró que “el análisis es difícil. No hicimos un buen primer tiempo. Por desconcentraciones se nos complicó el partido. Después, ya en el segundo tiempo, tuvimos otra actitud con el correr del juego y eso fue vital para que empatáramos. Fue como contra Rafaela porque regalamos un tiempo. Por suerte supimos cambiar”.