Desde el 2001, cuando San Juan fue por última vez organizadora del Mundial, Estéban Abalos soñó con vestir la camiseta albiceleste. Esa vez estuvo en la preselección, quedó afuera de los 10, pero vivió el Mundial que se jugó en el Cantoni y desde entonces siempre se propuso estar. Hoy, a los 31 años, el Tuco, afrontará su tercer Mundial y dice que será especial porque es en San Juan. Por eso hace el enorme sacrificio y que lo diferencia del resto (salvo de Luis Maldonado) de no poder ver a su familia que está en Mendoza.

-Será tu cuarto Mundial, ¿es diferente a los demás?

-Sí, más vale. Todos los jugadores soñamos primero con jugar en la Selección y después un Mundial en San Juan, sabemos lo que eso significa. No sólo los argentinos, sino que todos los jugadores del mundo quieren venir a jugar acá. De hecho lo demuestra la Selección italiana que viene con un equipo con mucha experiencia, con jugadores que hacían varios mundiales que no jugaban, pero cuando supieron que era en San Juan quisieron estar.

– El que José haya ratificado el mismo grupo que el Mundial pasado, con el agregador de David Páez, ¿qué significa para el grupo?

-Creo que la pista habla por sí sola. Los resultados del Mundial pasado en el que jugamos contra todos los grandes como Portugal, Italia y España, jugamos de igual a igual, no se nos dio en la final ante España, pero demostramos un alto nivel y creo que fue justo apostar también a continuar con el trabajo y tener otra oportunidad. Más allá que sea prácticamente el mismo grupo, porque no está Pablo Martín, pero si ganamos él también va a ser parte de ese triunfo.

-¿Y cómo están a días del inicio del Mundial?

-Estamos bien, trabajando ahora en la parte táctica, aflojando la parte física. Desde julio que venimos trabajando y lo importante es seguir tocando los temas finos para no fallar en aspectos claves porque no estamos 10 meses juntos como pasa en un club.

-Tenés dos finales perdidas, ¿la tercera será la vencida?

-Lamentablemente tengo dos perdidas y ésta tendrá que serlo.

-¿Cómo es la convivencia con el grupo?

-De primera, estamos muy cómodos y todos bien. Yo estoy penalizado por ser de Mendoza como Luis (Maldonado), por ahí si tenemos un rato libre o José (Martinazzo) nos da unas horas, puede venir algún familiar o uno ir a verlos, pero lamentablemente nosotros no somos sanjuanino y nos queda un poco a tras mano. Ahora José nos va a dejar volver a casa el sábado por la noche y el domingo a la noche ya tenemos que estar acá porque empieza la concentración final y ya no podemos salir hasta después del Mundial. Así que servirá para tomar energías con la familia.

-¿Se hace duro estar lejos de la familia cuando se necesita ese apoyo por lo que estás por afrontar?

-Sí, es duro tener la familia lejos, no sólo porque a mi esposa (Patricia) y a mi hija (Tiziana -8 meses-) las he tenido que dejar tres meses solas viéndolas los fines de semana en Mendoza, porque también está la otra familia como mis padres, hermanos y la familia de mi esposa. Porque vine de Portugal y directamente me vine a San Juan y termina el Mundial y a los dos días me vuelvo a Portugal. Van a hacer casi dos años sin verlos, pero es un sacrificio muy grande y que creo que todo jugador lo haría.

-¿Es un sacrificio que se hace sólo por la Selección?

-Todos los jugadores sueñan jugar en la Selección. Para mí es un sueño jugar un Mundial en San Juan, yo empecé en la preselección en el 2001, era muy joven y había jugadores de grandísimo nivel. Yo vine a hacer una experiencia y después que vi ese Mundial siempre dije que quería jugar por la Selección, por suerte así lo hice.

-¿Qué valor tiene José para ustedes?

-Grandísimo. José es el técnico y muchas otras cosas más. Es importante porque cualquiera de nosotros que tiene un problema va y él siempre trata de solucionarlo y que estemos cómodos. Hace lo que puede para que no nos falte nada y uno siente que tiene que devolverle todo eso y la forma es dentro de la cancha y haciendo lo que él pide.

-¿Una opinión de la Confederación Argentina de Patín?

-No voy a hablar del tema. Ahora sólo quiere pensar en el Mundial. La gente ya sabe qué es lo que pienso de la Confederación.

-Es el segundo Mundial para el mismo grupo, ¿no ganarlo qué significaría?

-Hay diferentes formas de no ganarlo, uno puede perder una final en penales y la diferencia sería el resultado y nada más, sería como ganarlo o no, pero el trabajo hecho no se podría criticar si perdés en penales. El otro Mundial no fue un fracaso, fue positivo, nosotros vamos a salir a ganar, pero hoy no salimos a decir que somos los campeones.