Hace dos años, en Angola, se quedó con la sangre en el ojo, justo en su debut como técnico argentino en un Mundial. Ayer saldó esa deuda el técnico, Darío Giuliani, alguien que cuando llegó a este cargo fue cuestionado, aunque de ahora en adelante eso quedará en el olvido. Con su habitual serenidad, el coach contó el mensaje que les dio al plantel previo a disputar la gran final ante los españoles: “Antes del partido les dije que se merecían el título, por todo lo que hicieron hace dos años en España y por el trabajo en este tiempo acá en Francia. Dirijo un gran grupo de jugadores y también de personas, por eso les dije eso antes de la final”, sintetizó Giuliani, luego de recibir la medalla de oro por ser campeón ecuménico.
Respecto del desarrollo del encuentro y el 6-1 lapidario ante España, el DT subrayó que “fue clave no desesperarnos con el gol que recibimos tan rápido y cuando el equipo estaba jugando bien. Esa paciencia la tuvimos por los jugadores de experiencia que componen el grupo. Ahí, se vio la mezcla con que cuenta este plantel. Después, lo fuimos dando vuelta en base a una gran convicción y con excelente juego”.
Giuliani, quien prefirió no hablar de su futuro en el cargo y que se tomará unos días de vacaciones junto a su familia en Europa, se dio tiempo para hablar de la actuación de David Páez, quien a sus 39 años demostró estar vigente. “Es un jugador fuera de serie. Nos dimos un abrazo después del partido con mucha emoción. Se merece todo esto porque es un ejemplo para sus compañeros y todos los chicos que sueñan con jugar en este nivel”, cerró el entrenador.

