El diario brasileño Folha, de San Pablo, asegura hoy que la empresa boliviana Lamia, cuyo avión trasladaba al plantel del Chapecoense y que se estrelló llegando a Medellín causando 71 muertes, también incumplió las reglas sobre el combustible en el vuelo que trajo a la Selección de vuelta al país desde Belo Horizonte luego del partido contra la Verdeamarela por Eliminatorias.

 

 

Según el sistema de monitoreo de vuelos Flight Radar 24h, el trayecto realizado el día 11 de noviembre, la noche después del clásico con Brasil, duró 4 horas y 4 minutos. Ese tiempo es apenas 18 minutos menor al indicado por la misma aerolínea como la capacidad de vuelo del avión Avro RJ85.

 

El dato no es menor teniendo en cuenta que la hipótesis más probable para el accidente del Chapecoense es que el avión no estaba preparado para trechos tan largos y cayó por falta de combustible.

 

De acuerdo con las reglas aeronáuticas de nuestro país, el avión que traía a la Selección debía tener combustible suficiente para volar desde Belo Horizonte hasta Buenos Aires y, después, disponer de una reserva de combustible final durante por lo menos 45 minutos. Si el plan de vuelo incluía un aeródromo de alternativa, entonces el combustible debía alcanzar para llegar al destino previsto, luego hasta el alternativo y después disponer de la reserva para 45 minutos.

 

El trayecto Belo Horizonte-Buenos Aires dura 4 horas y 4 minutos. Si ese tiempo fuese elevado a los 45 minutos de reserva de combustible que debería tener, el viaje sobrepasaría las 4 horas y 22 minutos de autonomía que tiene ese avión con el tanque lleno.

 

Bajo esas condiciones, el vuelo incumplió tanto las reglas brasileñas como las argentinas. El plan de vuelo de LaMia entre Brasil y Argentina aún no fue divulgado por ninguno de los dos países.

 

Finalmente, el matutino paulista publicó que la AFA tenía contratado el vuelo sin saber cuál era la empresa ni el avión que prestaría el servicio. Miguel Hirsch, portavoz de la AFA, explicó al diario brasileño que desde la calle Viamonte debieron buscar en el mercado el vuelo ya que Andes, la aerolínea utilizada habitualmente, estaba realizando tareas de mantenimiento.

 

Francisco Nabais, jefe de comunicación de la AFA, desmintió por su parte que la elección de la aerolínea se debiera a cuestiones económicas: "El factor económico no fue el principal, de hecho esa empresa no era la más barata. Había otras empresas con cotizaciones más baratas pero vimos que la empresa (LaMia) ya trabaja en América del Sur, que transportaba a otras selecciones, y confiamos en que era una empresa seria".