La cantidad de evacuados ascendió a 420 personas que fueron rescatadas de sus casas por el daño que recibieron debido a la creciente. La cantidad de gente desamparada colapsó la capacidad de la escuela Félix Aguilar y debieron refugiarlos en otras dos escuelas: Victorino Navarro y Tres Esquinas.
Los 336 (221 chicos y 135 adultos) evacuados que se alojaron en la escuela Aguilar, debieron dormir en las aulas en donde tenían un colchón y frazada.
Además, en la escuela Victorino Navarro y en la escuela de Tres Esquinas también hubo evacuados. En la Navarro se refugiaron 54 personas (33 chicos y 21 adultos). Mientras que en la institución de Tres Esquinas albergaron a 46 personas (24 niños y 22 adultos).
Uno de los momentos más llamativos que se vieron en las escuelas en donde estaban los evacuados, fue cuando en la escuela Aguilar comenzaron a repartir las donaciones que la gente hizo llegar al municipio de Sarmiento. La cola ocupaba el largo de toda la galería, y todos en silencio esperaban su turno. En el único momento que el silencio se rompió y la fila se partió en dos, fue cuando una señora de 80 años caminaba rumbo al aula en donde 4 empleados del municipio repartían las prendas. Antonia Ceferino de 80 años, era consolada por otra evacuada que la acompañaba para que se pruebe unos zapatos y de esta manera sacarse las sandalias mojadas y sucias que tenía del día anterior, momento en que fue rescatada de su casa por Bomberos. Mientras se ponía el calzado, la señora no paraba de llorar intentando sacarse la angustia que cargaba. ’Nunca me pasó algo así. Jamás tuve que depender de otros para salir adelante. Pero no me queda otra porque la casa me la derrumbó la creciente, y con ella se fue toda mi ropa y las cosas que me costó toda la vida poder comprarlas’, dijo la señora con la voz entrecortada.
Antonia, luego de expresarse, se puso el segundo par de zapatos que se probó, ya que esos le quedaban bien, y se levantó ayudada por su bastón para volver a la mesa en donde tenía el café y las medialunas.