Sólo un fanático del fútbol puede entenderlo. No existe nada racional en viajar 14 horas en colectivo, ver el partido y hacer otras 14 horas de regreso. Absolutamente nada. Y es que de eso se trata. A ellos sólo los mueve el amor y la pasión. Ver, aunque sea unos momentos, al equipo de sus amores sin importar cuán grande sea el sacrificio. Alentar a los jugadores, a sus jugadores, esos que defienden los colores por los que los hinchas darían hasta la vida. Sin importar el resultado, el esfuerzo habrá valido la pena.
Sin embargo, para este grupo de sanjuaninos, ayer había algo más. Carlos Tevez, uno de los máximos ídolos de la historia de Boca, definía por estas horas (y aún lo analiza) si se queda o se va del club, ante una oferta millonaria de China. Por eso, cualquier intento por retenerlo era más que meritorio. Y desde la Peña Beto Naveda así lo consideraron. Por eso, 38 de sus integrantes, emprendieron viaje sin dudarlo, junto con los mendocinos de la Peña Darío Luis Felman.
El sanjuanino Alberto Naveda debutó en la Primera de Boca en 1994. Ese año, le convirtió un gol nada menos que al Real Madrid por la copa Copa Iberomericana.
Después de un largo viaje en el que no faltaron los cantos y las cargadas a los de la otra vereda, el micro estacionó en La Boca, allí, bien cerquita de la cancha. Para algunos, la emoción fue doble: veían La Bombonera por primera vez. Ese es el caso de Daniel Monla (25). “Estoy muy nervioso, anoche no dormí nada. Va a ser una fiesta, más por lo de Tevez. Yo creo que se queda, que lo vamos a convencer”, dijo antes del partido para contar después del partido que “subía de a tres los escalones” por la ansiedad de conocer el ‘templo’.
Si bien los hombres eran mayoría, las mujeres también decidieron ir a alentar a Boca. “He viajado antes, es un ambiente muy familiar, son muy respetuosos. Ojalá podamos convencerlo, pero no creo. Me parece que vamos para verlo por última vez…”, manifestó Marcela (32), algo resignada. Fátima y Ayelén, luego de un largo sermón familiar, también pudieron disfrutar del choque ante el Sabalero.
Para todos y cada uno de ellos, el mundo se detuvo el domingo a las 18.30. Al menos por un par de horas. Dejaron el alma en la popular. Y con el corazón en la mano, no se cansaron de cantar por el Apache. El momento cúlmine fue aquel “Carlitos es de Boca, de Boca no se va”, que dejó a varios con los ojos vidriosos y un nudo en la garganta. El resultado sólo los hizo un poco más felices, su objetivo ya estaba cumplido.
La Peña
“Hace 6 meses que contamos con la personería jurídica y desde hace 4 meses tenemos el local ubicado en calle Zonda 858, en la esquina del Waltmart. Tiene capacidad para 200 personas, mesas, sillas, barra, aire acondicionado, parrillas y pantallas gigantes donde ven los partidos los que no pueden viajar cada vez que juega Boca”, señaló Silvio Falcón, secretario.
Sin embargo, la actividad de la peña va más allá. El costado solidario es muy importante para ellos. “Para el Día del Niño juntamos alimentos y juguetes, y se los llevamos a los chicos de Marayes”, sostuvo. Actualmente, están organizando una escuelita de fútbol para los más chicos.
La comisión directiva está compuesta por Raúl Villalba (presidente), Silvio Falcón (vice), Horacio Jaskowsky (vocal), y Fabian Sánchez (tesorero).
“Afortunadamente, desde la peña ya hemos logrado asociar a 100 personas al club. Varios son socios activos y esta semana alcanzamos los 50 adherentes. Esto lo hacemos entre todos y para todos”, agregó. Los bosteros interesados en formar parte de la peña pueden contactarse con ellos vía Facebook en Peña Beto Naveda o llamando al 2644835551.