Ecuador, 12 de febrero.- El equipo de Ricardo Gareca quería debutar en la Copa Libertadores del mismo modo que lo hizo en el Torneo Final: un triunfo de visitante para consolidar a un candidato que sueña con la doble corona.
Pero su estadía en Guayaquil no le fue grata, ya que se encontró ante un duro rival, que además de ejercer un fuerte trabajo físico, también elaboró un atractivo juego colectivo.
No es una sorpresa la dificultad que presentó el Emelec, ya que es el líder del torneo de su país y acumula tres victorias consecutivas. La movilidad de Valencia, la propuesta de Mondaini y la solidez de Nasutti demostraron el crecimiento del fútbol ecuatoriano.
En la primera estapa, los conducidos por el argentino Gustavo Quinteros fueron levemente superiores al tener mayor dominio del balón y una actitud más agresiva. Sebastián Sosa, quien tuvo que intervenir en tres ocasiones para mantener el cero en su arco, y el trabajo de la la línea defensiva de Vélez fueron fundamentales para irse al entretiempo con el empate.
Además, el abandono de Federico Insúa del campo de juego, por un fuerte golpe en su ojo, sumó un problema más para Ricardo Gareca, quien no supo resolver, pese al intento del cambio de esquema con el ingreso de Jonathan Copete.
En el complemento se profundizó lo que acontecía en los primeros 45 minutos: un Emelec protagonista en busca de la victoria y un tímido Vélez, que no generó situaciones de peligro. Tal es así, que el gol llegó través de un tiro libre que desviò Facundo Ferreyra. El delantero, que logró ser el máximo artillero del Torneo Inicial, terminó marcando en su propia puerta el 1-0 definitivo.
A lo dicho se suma la expulsión de Fernando Tobio, quien vio la roja por último recurso, luego de derribar a Valencia cuando se encontraba mano a mano frente a Sosa.
Con el partido once cotra diez, el resultado quedaba corto. El encuentro se jugaba más en el área de Liniers, que en la de Guayaquil, sin embargo los ecuatorianos no sabían cómo cerrar el cotejo y Lucas Pratto de contragolpe seguía siendo una amenaza.constante.
Pero la amenaza nunca llegó a concretarse y el partido se diluyó en constantes ataques ecuatorianos contra una resistencia débil por parte del “Fortín” que no supo cómo responder los embates del Emelec.
Para Sebastián Domínguez “era difícil mantener la posesión de la pelota, y con 10 hombres se complicó mucho más. Ellos estuvieron más precisos y por eso lo perdimos bien”. Además, el defensor destacó que “lo importante es el balance que se haga cuando se termine el semestre, éste fue sólo un mal comienzo”.
Así, el debut que deseaba el "Tigre" Gareca no pudo concretarse en Guayaquil y ahora buscará revertir esta pobre actuación en su segunda presentaciòn ante Deportes Iquique en el José Amalfitani, mientras que el Emelec irá por su segunda victoria en la copa ante Peñarol en Montevideo.