Londres, 23 de abril.- La muerte le puso fin a la prometedora carrera de la británica Amy Winehouse, que con su voz, su look de chica pin-up y sus actitudes controvertidas, resucitó desde su origen a géneros típicos de la música negra como el funky y el soul, hasta entonces reducidos a sonar en circuitos menores.
Fiel a una historia trágica de íconos rockeros, Winehouse falleció a los 27 años, la misma edad en la que perdieron la vida Jimi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin y en la que el líder de Nirvana, Kurt Cobain, se suicidó.
La británica deja apenas dos discos grabados, pero que fueron suficientes para granjearle el respeto de todos.
“Amy es contralto y tiene un registro vocal ‘acústicamente poderoso‘ con el que expresa todas sus emociones hasta desgarrar su alma y sus corazones”, afirmó la prensa británica luego de escuchar su segundo disco “Back to black”.
Winehouse volvió a darle visibilidad al jazz, al que había cantado en su primer CD “Frank”, por Frank Sinatra, pero además le abrió las puertas a toda una serie de cantantes como Duffy, Adele y varias más que retomaron los ritmos negros como el soul, el funky, el góspel y hasta el blues.
La cantante nació el 14 de septiembre de 1983 en los suburbios de localidad de Southgate, ubicada al norte de Londres y fue gracias a su padre Mitchell, un taxista, que comenzó a descubrir la música, en especial a Sinatra, Tony Bennett, Billie Holiday y Ella Fitzgerald, además de Aretha Franklin y Mavis Staples.
Sus compañeros de primaria recordaban que en esa etapa era común que los preceptores y profesores castigaran a Amy por cantar en clase y a viva voz, canciones de Sinatra.
A los 10 años, Winehouse fundó una banda de rap llamada Sweet ‘n‘ Sour, mientras estudiaba teatro en diversos establecimientos, hasta que comenzó a cantar en pubs de la zona de Camden.
Gracias a su amigo el cantante Tyler James, Wineouse firmó el contrato con Universal a los 16 años y al poco tiempo se encerró en estudios con el productor Salaam Remi, con quien dieron a luz el disco “Frank” que contenía canciones co-firmadas con la cantante y dos covers.
Además de alzarse con varios Premios Mercury y Brit, Winehouse se aposentó sobre los escenarios delos tradicionales festivales como Glastonbury, donde fue aplaudida a rabiar por un publico eminentemente rockero.
En 2006 Amy sacó su segundo álbum, ”Back to black y el mundo cayó a sus pies, ya que obtuvo cinco premios Grammy, varios galardones británicos y las giras y elogios se sucedían día tras día.
En forma paralea, los problemas de Winehouse con las drogas se hacían cada vez más evidentes y eso la puso en el centro de atención de los crueles tabloides británicos, que hoy están severamente cuestionados por el escándalo Rupert Murdoch.
De hecho, en su canción “Rehab”, Amy habla de una pelea con sus amigos y familiares que quieren llevar a rehabilitación y ella les contesta que no.
En agosto de 2007, Winehouse canceló una serie de shows en el Reino Unido y Europa, como consecuencia del abuso heroína con quien vivió una relación tortuosa y que era su puente hacia las drogas.
Aunque ingresó en clínicas de rehabilitación, la prensa británica seguía hablando del uso de drogas y eso se puso en evidencia en mayo de 2008, cuando participó del festival Rock in Rio III, en la ciudad de Lisboa y brindo un show drogada, ebria y disfónica.
Winehouse paso los años 2009 y 2010 con mayor presencia en los diarios sensacionalistas británicos que arriba de un escenario y dentro de un estudio, aunque para este año se anuncio que ya esta totalmente limpia.
El 18 de junio de 2011, Amy realizó en Belgrado, capital de Serbia, un concierto catalogado por sus propios fans como ‘desastroso‘ y ‘escandaloso‘, e incluso catalogándolo como ‘el peor concierto jamás visto‘, al encontrarse en el escenario completamente drogada, por la que la artista suspendió su gira europea.
La última vez que fue vista en publica, fue el miércoles pasado cuando salió al escenario junto a su ahijada Dionne Bromfield en el teatro The Roundhouse de Camden Town, donde la niña actuataba en una obra infatil. A Winehouse se la vio bailar con Bromfield en el escenario mientras animaba a la audiencia a comprar su último álbum.