Se trata de una reconstrucción sin precedente en la provincia. Al menos así calificó la Dirección Nacional de Vialidad a la obra que realizó en el tramo de la ruta 141 que hace 3 años fue arrasado por una creciente. Lo que se hizo fue armar la contención del río Papagayo y si bien no está terminada, ya habilitaron la circulación de vehículos.
Esta ruta une San Juan con el Norte y Centro del país. La reparación fue realizada en tiempo récord e invirtieron unos $70 millones.
A mediados de febrero de 2014, la ruta fue arrasada por el agua. Unos 60 metros de calzada se convirtieron en un enorme pozo de 6 metros de profundidad. De ese enorme socavón aún quedan secuelas. De hecho en la actualidad a unos 3 metros de la calzada el pozo aún se ve a ambos lados y los guardarailes que fueron arrastrados por la fuerza del agua permanecen enterrados entre la tierra y algunos troncos. Debido al daño que causó la creciente, esa vía quedó parcialmente interrumpida, hasta que hicieron un desvío. A los meses comenzaron a realizar proyectos para repararla, pero en 2 años nunca se efectivizaron.
Lo extraordinario de esta obra se dio por la magnitud y por la extensión que tuvo. Es que tuvieron que reconstruir 3,5 kilómetros de calzada, en la que tuvieron que hasta hacer el relleno para poder nivelar y que todo quedara como estaba antes de la tormenta. Hicieron capas de 30 centímetros aproximadamente. Cada una de esas capas fue compactada y luego humectada. Esto se hizo hasta alcanzar la altura de 6 metros.
Debido a la gran extensión, para el relleno de este sector se movilizaron unos 100 mil metros cúbicos de tierra (unas 6.666 camionadas).
Guardarailes
Este tramo contará con 2 kilómetros de guardarailes para evitar que los vehículos se desbarranquen. Esto porque el socavón que produjo la creciente, quedó como un enorme precipicio. Por esta ruta pasan unos 980 vehículos, en promedio, por día, en el sector que limita con La Rioja.