Había poco tiempo para armar el equipo de artistas, ponerlo en funcionamiento y llegar con una propuesta a la altura de las circunstancias. A contrarreloj, pero también a conciencia, trabajaron primero por separado, luego ensayos generales y, cargados de emociones, finalmente viajaron rumbo al Festival de Cosquín. Eran aproximadamente las 22.55 hs de la última luna, el domingo pasado, cuando el locutor anunció a la delegación oficial. "San Juan, el ventanal de Cuyo, conmemora 80 años del terremoto…", comenzó la reseña que dio paso a "1944, San Juan provincia de eternidad", la propuesta para Postales de Provincia. En una plaza colmada de público, bailarines y músicos dieron vida al cuadro diseñado por Fernando Muñoz, Federico Luna y Alejandro Almarcha -La Tríada-, musicalizado por un gran equipo comandado por Lucio Flores. Y lo cierto es que no sólo estuvieron a la altura de la circunstancia. El elenco todo brilló junto a esa luna coscoína, con una resolución moderna y dinámica en clave de fusión (especialmente la danza) que abrazó lo tradicional y autóctono. Y con su ejecución, no sólo materializó la idea de la resiliencia de un pueblo que volvió a ponerse de pie después de la tragedia, sino que evidenció el talento y la versatilidad de los artistas de San Juan.
"Estoy conforme con lo que hicimos. La temática que se nos propuso (NdeR: desde Cultura provincial) fue el terremoto, un tema sensible. Nuestra mirada fue usarlo de disparador para llevar un mensaje de esperanza, de un pueblo que logró superar la adversidad", dijo a DIARIO DE CUYO Muñoz. "Propusimos escenas que fueran variando en sensaciones y emociones, comenzando con aquel 15 de enero, pasando luego por la tenacidad y el trabajo del pueblo sanjuanino para sobreponerse y poner de pie una nueva ciudad, para finalmente poder celebrar una nueva sociedad, sin olvidarnos de lo que fuimos. Intentamos que cada escena tuviera una intención que la identificara y que ayudara a transitar por la obra de forma ágil. Realmente fue un desafío", agregó el bailarín que formó parte de la pareja central y que marcó: "Podíamos sentir la buena energía de la gente y eso nos llenaba de energía. Incluso el público acompañó con palmas algunos ritmos, como la cueca y el gato".
"La propuesta fue muy bien recibida. De la manera que lo esperábamos, emocionó y gustó mucho. Se sentía la atención de la gente y su feedback con la obra. La idea llegó, queríamos generar distintas dinámicas y distintos climas, creo que eso fue lindo y el público viajó con el elenco", valoró por su parte Almarcha.
"Estamos satisfechos y muy agradecidos con la entrega de cada uno de los integrantes, cuerpo artístico, técnico y de producción. Creo que se logró el objetivo propuesto", sumó Luna, para quien -con La Tríada- fue su segunda vez en Postales, luego de "El Retorno, poesía de mi tierra", elegida el año pasado. Al respecto, opinó que "como equipo cada vez estamos más conectados. Nos llevamos muy bien y entendemos que cada uno cumple un rol importante. Eso hace que con el tiempo vayamos pudiendo mejorar".
"Los nervios y la ansiedad siempre están, pero creo que este año pudimos tener más claridad sobre lo que queríamos lograr y de qué forma trabajar para tratar de lograrlo. El tiempo fue un desafío esta vez, pero también nos ayudó a enfocarnos más. En ese sentido el elenco de bailarines y músicos se entregó plenamente al proyecto y eso es una gran contención que sentimos. Cada uno aportó su granito de arena para poder lograr el producto final", concluyó satisfecho Muñoz, que también destacó la presencia de las autoridades de Cultura.
Con la entrañable Volveré siempre a San Juan -emotivo broche de oro de la postal- todavía sonando en sus oídos, la delegación emprendió el regreso a su tierra, satisfecha por la misión cumplida y disfrutando de las felicitaciones que ganaron las redes.