La hipótesis policial es que prendieron fuego a ese auto, pero lo que aparentemente fue un simple ataque dañino de algún ladrón o quizás un atentado, desató ayer en la mañana un voraz incendio en una casa de Concepción que cobró la vida de un matrimonio mayor. Un hijo de la pareja intentó apagar las llamas en el vehículo y, como no pudo, después trató de salvar a su padres que todavía estaban adentro. Fue en vano, el dueño de casa murió intoxicado y quemado cerca de la puerta de calle y su mujer falleció ahogada por el humo en otro sector de la vivienda.
El siniestro dejó un cuadro macabro en esa casa de la calle Corrientes 129 Este, en cercanías de Mendoza. Por la puerta del frente se veía parte de las piernas de Gumercindo Silvestre Guzmán, de 70 años, que perdió la vida en su intento por escapar, informó la policía. Allegados dijeron que el hombre era un jubilado que sufría demencia senil y mal de Alzehimer. Atrás, en la parte de la cocina encontraron el cadáver de Silvia Teresa Maserico de Guzmán, de 62 años, a quien su hijo en principio logró sacar de una habitación, pero después se desvaneció y murió intoxicada por el humo, comentó un jefe policial. Otra víctima -pero no fatal- fue Marcelo Guzmán, de 42 años, que sólo sufrió quemaduras leves en el rostro y manos durante el desesperado intento por apagar el incendio y salvar a sus padres.
Si bien Bomberos no terminó el informe pericial sobre el vehículo, altas fuentes judiciales y policiales aseguraron que todo indica que el incendio fue intencional, no por una falla en el rodado, y que comenzó en los asientos de ese Renault 19, que estaba estacionado ahí desde la cero hora. Creen que quizás rompieron un vidrio, rociaron algún combustible en el interior y prendieron fuego. Rastros no hallaron, pues el vehículo quedó completamente destruido. Igual, en base a la línea investigativa del incendio intencional y a las versiones de que habría visto a dos jóvenes apenas se inició el fuego, anoche la policía hacía allanamientos en esa zona de Capital buscando a posibles sospechosos. Los investigadores aclararon que no descartaban nada: una sospecha es que quisieron robar algo del auto y después originaron el siniestro; otra, que prendieron fuego solamente por hacer daño; y la tercera, que podría ser un atentado por algún motivo contra un integrante de la familia. Sobre esto último, los dos hijos del matrimonio (uno vive en otro lugar) dijeron a la policía que no tenían problemas con nadie.
La versión policial es que el fuego se inició minutos antes de las 8 de ayer, cuando el matrimonio Guzmán y su hijo mayor todavía dormían. No hay testigos presenciales del ataque, pero entre algunos vecinos circulaban rumores de que vieron a dos jóvenes alejarse cuando comenzó a arder el Renault 19 que estaba en la entrada de la casa, comentaron los investigadores. Una persona sí afirmó que vio las llamas en los asientos, no en el motor ni en el tablero.
Marcelo Guzmán se despertó y se subió al auto para sacarlo marcha atrás, pero no pudo ni siquiera quitar el freno de mano que ya se estaba derritiendo por el fuego. Incluso, se quemó parte del rostro. Después quiso apagar las llamas con una colcha y el fuego se avivó más, habría dicho a los policías. Los vecinos relataron que se escucharon explosiones.
Al ver que no podía frenar el fuego, entró a la vivienda a rescatar a sus padres. Es que el fuego se propagó por las cortinas de la ventana e ingresó hacia el interior de la casa. El techo y algunas paredes revestidas con machimbre, ayudó a que el siniestro se extendiera rápidamente. El hombre consiguió llevar a su madre, Silvia Maserico, hasta la cocina, pero ella después se desvaneció en medio del humo y murió intoxicada. La mujer tenía una bota ortopédica en una pierna y no podía caminar bien, explicaron. También buscó a su padre, pero no pudo hacer nada ya que el anciano murió asfixiado en el comedor y quedó atrapado por las llamas. Minutos más tarde, los bomberos sofocaron el siniestros. Numerosos jefes policiales y hasta el juez de instrucción José Atenágoras Vega inspeccionaron la vivienda.