El pasto del camping y la sombra de los árboles se transformaron en una carpa de circo, mientras que los chicos sin tribunas ni sillas, disfrutaron de la actuación de los payasos, malabaristas y contorsionistas, sin borrar ni un instante su sonrisa. Esto, a pesar de que la función circense duró cerca de 1 hora. Así, unos 650 chicos de la Colonia de Vacaciones de Capital, que función en el camping del Colegio Médico, disfrutaron de una mañana totalmente diferente.
El día de ayer comenzó normalmente. Llegaron al camping, desayunaron, pero no se metieron a la pileta. Sin embargo esa falta de agua no se notó. Es que sabían que iban a presenciar una función del Circo Splash. Por eso, la ansiedad comenzó a invadirlos. Sobre todo al ver a los payasos que pasaban preparando todo su vestuario y a los malabaristas que cargaban aros, pelotas y otros elementos.
En un momento, cuando ya estaban todos los chicos acomodados en el pasto y en una lomada, la música del circo dio el indicio de que todo estaba por arrancar. A este ritmo se sumaron los payasos Topete y Emilia que aparecieron, como por arte de magia, entre los chicos que estaban sentados.
Mientras todos hacían palmas, los payasos empezaron a contagiar sonrisas en los chicos. Mojándolos con un pulverizador, o quitándoles las gorras transformaron las risas en carcajadas. Y los chicos prestaron tanta atención y quedaron en silencio, que por momento a los payasos no les hizo falta micrófono para que toda la colonia los escuchara. Con baldazos de agua, trapos mojados y con mucho entusiasmo, Topete y sus compañeros salpicaron a los niños, que hasta lloraron de tanto reírse. Y hasta los profesores participaron de las bromas de los payasos.
Luego de la alegría, la tensión y la concentración llegó cuando una contorsionista dio demostraciones de lo que hace con su cuerpo y uno de los jóvenes del circo hizo malabares con mucha velocidad y precisión. La función duró cerca de 1 hora y en ese momento los aplausos y los suspiros fueron lo que más se oyó. Además de los niños, también participaron unos 90 adultos mayores y 20 chicos discapacitados.