La falta de cumplimiento por parte del Gobierno de la La Rioja de no completar una obra vial que es de fundamental importancia para el desarrollo de varias poblaciones de esa provincia, como también del departamento Valle Fértil, en San Juan, está provocando comentarios negativos por parte de viajeros que necesitan trasladarse de un punto a otro por caminos que estén en buenas condiciones. Me estoy refiriendo específicamente a la falta de pavimentación de un tramo de unos 25 kilómetros de la Ruta provincial Nro 21 que une la localidad de San Ramón, en La Rioja con el límite interprovincial con San Juan, donde se empalma el tramo de la ruta que conduce hasta la Villa San Agustín de Valle Fértil.

El problema data desde hace varias décadas, aproximadamente desde 1946, cuando toda la ruta era de tierra y cumplía una importante función al comunicar varias poblaciones entre sí. Después de numerosas gestiones los gobiernos de San Juan y La Rioja se comprometieron a mejorar la transitabilidad de esta vía y así fue como hace unos años, el gobernador José Luis Gioja dejó pavimentado el tramo hasta el límite con La Rioja.

De parte de la provincia vecina no hubo una respuesta similar y hasta la fecha se está en deuda con esta obra que dificulta el traslado desde localidades como Chepes, Malanzán, Tama, Patquía y Portezuelo.

Durante el último fin de semana largo, que incluyó la recordación de Semana Santa, la falta de concreción de esta obra dejó en evidencia el poco interés del gobierno riojano por promover el desarrollo turístico de una amplia zona que incluye atractivos a nivel internacional como el Valle de la Luna y Talampaya, sin desconocer que hay una gran preferencia de los riojanos por visitar la Villa San Agustín y otros distritos como Chucuma y Astica.

Desde enero hasta la fecha se ha visto sensiblemente reducido el número de turistas provenientes de La Rioja, ya que muchas familias no se quieren exponer a transitar 25 kilómetros que se encuentran en muy mal estado, con el riesgo de romper sus vehículos. El problema también lo sufren los proveedores de comercios, quienes no pueden extender sus recorridos por encontrar este obstáculo que hace peligrar no sólo sus transportes, sino la mercadería que deben trasladar.

La actividad deportiva también se ve afectada ante la imposibilidad de coordinar competencias ciclísticas o automovilísticas que se podrían programar por este camino que otorga la posibilidad de unir varios pueblos.

Actualmente para llegar por una vía más segura a la Villa San Agustín de Valle Fértil hay que recorrer el camino que ingresa por el Norte al departamento, lo que implica alrededor de 30 kilómetros más, con el consiguiente gasto de combustible y tiempo.

Entre las localidades afectadas por la merma de turistas riojanos está la población de Usno, que en enero último debió mantener su camping cerrado ante la falta de afluencia de público.

Es de esperar que las autoridades riojanas tomen conciencia de lo que significa este camino y dispongan la pavimentación de los 25 kilómetros que están quitando a nuestro departamento de Valle Fértil tener un contacto más fluido y directo con las localidades de La Rioja, donde también hay consenso de la necesidad de contar en buenas condiciones con esta vía.

(*) Fotógrafo profesional. Valle Fértil.