Cuando la mayoría de los mortales llegan a Mar del Plata a descansar y relajarse, hubo un pequeño grupo que hizo todo lo contrario y en virtud de ese gran desgaste, logró un empate sin goles ante Aldosivi. Estaba claro que el objetivo era ganar, no obstante la igualdad le sentó muy bien a Desamparados porque cortó la racha negativa de dos derrotas seguidas y salió de esos 19 puntos que lo tenían estancado. Lo pudo perder como pudo haberse llevado algo más, pero el reparto de puntos se basó en la entrega y en esa necesidad lógica de tirar a la basura una seguidilla nefasta. Empate que lo sigue teniendo, aunque por muy poco, fuera de la zona de peligro de descenso a tan sólo un juego del cierre del año.
El trabajo en el medio fue clave, porque ayer en "La Feliz" corrió todas y le opuso resistencia a los marplatenses. Hasta los 20′ del período inicial no pasó demasiado. Si bien Aldosivi manejó las acciones, nunca le generó peligro a Desamparados, salvo un remate desviado de Seccafien. Mientras que el sanjuanino distribuyó mejor el juego cuando cruzó la mitad de la cancha con la coordinación de Ogga y la apertura de la cancha de Drocco y Lamberti, más la distribución de Cálgaro.
Y fue de esa coordinación, que a los 23′ Ogga disparó de afuera con buena dirección que Campodónico mandó al tiro de esquina, envío posterior que luego cabeceó Cálgaro para irse la pelota por encima del travesaño.
A los 39′, Aldosivi que ya por la vía aérea había ganado en reiteradas oportunidades en el área de Giordano, tuvo el frentazo de Villalba que se fue rozando el travesaño.
El inicio del complemento encontró mejor parado a Aldosivi con la inteligencia de Carrasco, quien a los 5′ recibió una pelota en profundidad y sacó el remate cruzado que por el segundo palo no pudo conectar Gigli.
Desamparados contestó con un débil tiro libre que pasó entre la barrera, pero sin peligro. Y sobre los 19′ Campodónico le sacó del ángulo el enorme disparo de Reinoso de larga distancia.
A esa altura el trajín del juego ya se notaba en la cara de los jugadores puyutanos, por ello Bonetto empezó a mover el banco. Ingresó Rosales (salió Ogga) para poner 4 en el medio, eliminar el enganche, y buscar más control y recuperación de pelota. Y fue ese mismo desgaste que llevó a Desamparados a quedarse y que cada subida de Aldosivi fuese numerosa y con cierta oportunidad de gol que sus delanteros desperdiciaron.
Cada tanto el puyutano inquietaba, para dar signos de vitalidad como el tiro de media distancia de Lamberti (36′) que Campodónico le sacó. Y sobre el final fue el Tiburón que se pudo quedar con todo en la cabeza de Gigli, pero Giordano la sacó del ángulo para cerrar un partido complicado, que se trabajó más desde lo físico, al que le faltó volumen futbolístico, pero que en definitiva sirvió para cortar duras derrotas y ser un punto de apoyo para el plantel.