Aunque está comprobado que la pérdida de audición comienza en la población joven -cuando hace algunos años atrás era una patología asociada con la adultez casi que exclusivamente-, el daño empieza mucho antes aunque quizás pasa inadvertido. Es que ¿quien no ha apelado a un ruidoso juguete a pilas para estimular a un bebé? Quizás puede ser muy estimulante y divertido. Pero elegirlos y usarlos sin pausas -como suele ocurrir cuando hay un niño pequeño en la casa- puede ser un grave error, según indica la otorrinolaringóloga Valeria Zuleta. Esto es así porque al accionarlos, el bebé tiende a llevárselo directamente hacia la cara y la zona de los oídos, lo que se agrava con un uso a largo tiempo. Es peor aún si se utilizan en ambientes ruidosos, como puede ser un jardín maternal o un lugar de juegos (tipo pelotero) ya que el efecto es acumulativo.

“Esto es muy dañino ya que aumenta el riesgo potencial de problemas auditivos. Hay que tener en cuenta que la sensibilidad y la suceptibilidad del sistema auditivo de los niños están en desarrollo y que inclusive sus niveles de tolerancia sonora pueden ser menores. De hecho, en Estados Unidos, un país que está a la vanguardia en este tema, hay un listado con juguetes sonoros no recomendables para niños muy pequeños porque superan los niveles permitidos. Es más, sus organismos de Defensa al consumidor, dan a conocer los nombres y las especificaciones de estos productos´´, agrega.

Entonces aparece la pregunta del millón: ¿hay que descartarlos o cómo elegir juguetes con algún efecto sonoro que no sea perjudicial? La profesional basa sus respuestas en un estudio de la American Society of Testing and Material que propone elegir juguetes equipados con hasta 90 decibeles para ser utilizados al menos a 25 centímetros del niño (como ser juegos de mesa o de agarre, por ejemplo pianitos o libros con sonidos) y de menos de 70 decibeles, para aquellos que se acercan a los oídos.

“Hay que pensar en el sonido de los juguetes y chequear los niveles y los volúmenes antes de comprar instrumentos musicales, armas de juguetes que son los que más se ofrecen en el mercado. También hay que controlar los ruidos que producen los juegos de las computadoras. En todos los casos se recomienda limitar el tiempo de uso y compensar los sonidos colocando cintas adhesivas en los parlantes o altavoces, inclusive jugar en alfombras que reducen o mitigan el ruido´´, sugiere la médica.

Por supuesto que lo ideal es hacer controles médicos frecuentes y no olvidar que los conductos auditivos se desarrollan hasta los 7 años de vida, aproximadamente.