Buenos Aires, 18 de julio.- La ida de Juan Román Riquelme de Boca ya es un cuento de no acabar. Cuando todo parecía encaminado a la firma de la recisión del contrato, en las últimas horas aparecieron trabas económicas y todo se complicó.
El problema es una deuda de 300 mil dólares que tiene el club con el jugador. Como Boca no está en condiciones de afrontar el pago entero de esa deuda, ofreció un plan de pagos de largas cuotas. Pero el jugador ya avisó que quiere cobrar la totalidad y en un solo pago.
Es por eso que ante esta situación en Boca evalúan la posibilidad de pedirle a Riquelme que se incorpore a la pretemporada hasta que se resuelva la situación. Los directivos xeneizes consideran que el jugador es un activo importante del club y que, hasta tanto no se resuelva su situación contractual, se desvaloriza estando fuera del primer equipo.
No se sabe cómo reaccionará Riquelme ante este pedido que le haría la Comisión Directiva. Hay que recordar que en 2010 el jugador firmó un contrato millonario por cuatro años de duración y que aún le restan dos años. Además, en ese contrato está estipulado un partido despedida a disputarse en la cancha de Boca por el cual le corresponden otros 500 mil dólares al jugador.