La decisión de Obama del 14 de octubre de relajar aún más el embargo comercial estadounidense a Cuba y permitir que los turistas estadounidenses puedan comprar cantidades ilimitadas de ron y cigarros cubanos, al igual que su decisión del 26 de octubre de abstenerse por primera vez en una votación en las Naciones Unidas contra el embargo estadounidense a Cuba, probablemente hizo que algunos cubanoamericanos indecisos en Florida se voltearan a favor de Trump.
Los cubanos regresan a Trump, dice una encuesta del New York Times, según la cual Trump está ganando Florida por cuatro puntos. La candidata demócrata Hillary Clinton ganaba en la Florida en la misma encuesta hace un mes. Dice que Trump remontó su voto gracias a los votantes cubanoamericanos, que aumentaron su apoyo de un 33% en septiembre a 52% en octubre.
Los encuestadores dicen que es difícil de precisar qué causó el aumento de ese apoyo a Trump, pero lo más probable es que los recientes anuncios de Obama sobre Cuba hayan dañado a Clinton, favoreciendo al republicano. Es cierto que un 54% de los cubanoamericanos de Miami apoyan terminar con el embargo comercial. Pero la cifra es engañosa, porque se refiere al total de la población cubanoamericana, incluyendo a los cubanos recién llegados que no votan.
Si fuese una encuesta de votantes cubanoamericanos, el resultado sería diferente. La misma encuesta muestra que los exiliados de mayor edad son de línea más dura hacia Cuba, y más escépticos sobre la normalización de relaciones con la isla que los recién llegados. Incluso entre los cubanoamericanos que apoyan con cautela la normalización de relaciones, muchos dicen que Obama ha otorgado demasiadas concesiones a la dictadura sin obtener nada a cambio. ¿Para qué seguir haciendo gestos unilaterales en cualquier política de apertura en la isla?, preguntan.
Según la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional de Cuba, 9125 personas fueron detenidas en los primeros 10 meses de este año por razones políticas, más que los 8616 arrestados durante los 12 meses de 2015. Y Trump, un camaleón político que hasta hace poco apoyaba la normalización de los vínculos con Cuba y cuyas empresas según la revista Newsweek exploraron hacer negocios con la isla en violación de las leyes de EEUU en 1998, está aprovechando la ocasión para presentarse ante los exiliados como un "duro” contra Cuba.
Me pregunto qué pensaba Obama cuando decidió autorizar las compras de ron y tabacos cubanos una medida simbólica y votar por la abstención en la ONU, poco antes de las elecciones del 8 de noviembre. ¿Cuál era la prisa para apretar el pedal de normalización ahora? Muy probablemente, fue un exceso de confianza en una victoria fácil de Clinton, al igual que una decisión poco pensada para seguir explotando lo que el gobierno de Obama ve como uno de sus pocos triunfos en política exterior.
"ES DIFÍCIL DE precisar qué causó el aumento del apoyo de los cubanoamericanos a Trump, pero los recientes anuncios de Obama sobre Cuba han favorecido al candidato republicano.”