Un montículo de tierra a un costado de la ruta fue la rampa improvisada para ese Fiat Kubo fuera de control, que salió expulsado y literalmente voló al menos 40 metros antes de estrellarse violentamente contra el cauce seco del río Papagayo, en Bermejo, Caucete, unos 5 km antes del límite con La Rioja. A las 10,15 de ayer la Policía tuvo conocimiento de ese hecho, que resultó trágico por partida triple, porque cuando se acercaron a ver qué había pasado, en el interior del vehículo yacían sin vida el conductor, su hermano, y la mujer de uno de ellos con parte de su cuerpo atravesado en la luneta, indicaron fuentes de la investigación.

Los fallecidos fueron identificados como Rubén Oscar Herrera (59), su hermano Darío Nicolás (63) y la pareja de este último, Graciela Mabel Guerra (52), con el mismo domicilio en el barrio Malimán, Rawson. Según fuentes policiales, los hermanos habían sido mecánicos, aunque el mayor de ellos padecía una ceguera avanzada. De hecho, encontraron el bastón que utilizaba para movilizarse dentro del auto que conducía su hermano Rubén.

Triple tragedia. Los investigadores están convencidos de que el conductor circulaba a elevada velocidad cuando perdió el control. Creen que la causa del siniestro fue una falla humana.

 

Todo indica que viajaban hacia La Rioja, porque allí los Herrera tienen parientes, precisaron.

Por el modo en que ocurrió el siniestro, los pesquisas creían ayer que hubo una falla humana y no descartaban que el conductor se hubiera dormido. Es que unos metros antes del puente, el vehículo se desvió hacia su derecha, salió hacia la banquina y entonces ocurrió lo que usualmente observan en otros accidentes: el chofer intenta recomponer la marcha, no lo logra y pierde el control. Ayer, tras morder la banquina, el vehículo atravesó toda la Ruta 141 y pasó de largo, con vuelo incluido, hasta el cauce del río. Los daños y el resultado tan trágico los llevaban a suponer también que viajaban a elevada velocidad.

 

El caso fue investigado en el lugar del hecho por el fiscal coordinador Adrián Riveros, los ayudantes fiscales Maximiliano Gerarduzzi y Fabricio Poblete (UFI de Delitos Especiales) y sus colaboradores policiales encabezados por el comisario mayor Ángel González y el comisario Germán Videla, con apoyo de la Unidad Rural N°1, informaron.