Al menos 32 personas murieron y más de 100 resultaron heridas en China cuando un tren de alta velocidad, detenido sobre un viaducto, descarriló al ser impactado por otro tren, provocando la caída de dos vagones, anunciaron ayer varios medios oficiales.
El tren de alta velocidad se encontraba inmovilizado en la ciudad de Wenzhou, al Este del país, debido a un corte eléctrico ocasionado por un rayo, cuando fue violentamente impactado por otro convoy desde atrás, precisaron.
Dos de los vagones del primer tren, que viajaba entre Hangzhou y Wenzhou (capitales de las provincias de Zhejiang y Fuzhou, respectivamente), se precipitaron al vacío, por un precipicio de unos 30 metros de altura.
El accidente tuvo lugar a las 20,50 local (9,50 Argentina), según la agencia oficial de noticias China Nueva, que citaba a los bomberos locales. Y según un sobreviviente del accidente el tren se sacudió violentamente de forma repentina.
El accidente, que tuvo lugar menos de un mes después de la inauguración con gran pompa, por el primer ministro Wen Jiabao, del tren de alta velocidad entre Pekín y Shanghai (1.300 km, con una inversión de 33.000 millones de dólares), plantea una vez más, según la prensa china, la cuestión de la fiabilidad de los ferrocarriles de alta velocidad en ese país.
Estas dudas y críticas surgen ya que en apenas tres semanas, esta línea ha tenido tres averías y medio centenar de atrasos, además de reducir frecuencias a causa de la escasez de viajeros en algunos trayectos, a lo que se añade el hecho de que el Ministerio de Ferrocarriles chino ha admitido un fuerte endeudamiento por estos proyectos de alta velocidad.
Sin embargo, Pekín sigue decidido a desarrollar la mayor red de alta velocidad del mundo, con un kilometraje superior al de todas del resto del mundo sumadas.
China está invirtiendo miles de millones de dólares en desarrollar la red de alta velocidad, que debe pasar de los 8.358 km actuales a más de 13.000 km en 2012 y a 16.000 km en 2020. Las fuertes inversiones -de 700.000 millones de yuanes (más de 100.000 millones de dólares) el año pasado- han convertido el sector en un foco de corrupción.
La empresa estatal de auditoría dijo que las compañías constructoras y ciertos individuos desfalcaron el año pasado 187 millones de yuanes (29 millones de dólares) en el proyecto de línea entre Pekín y Shanghai. Entre ellos estaba el ministro de Ferrocarriles, Liu Zhijun, quien fue destituido en febrero.
Tras el accidente, según la televisión, usuarios chinos de la plataforma de microblogging Weibo pedían que la gente donara sangre y solicitaban ayuda para encontrar a familiares y amigos desaparecidos por el choque.