El Consejo Federal de Educación aprobó la Resolución 174, que entre muchas cosas expresó las dificultades que en la escuela se muestran en términos de temporalidad: trayectorias escolares demoradas, ingresos tardíos, abandonos transitorios o permanentes y múltiples repitencias. Implicó, asimismo, la adopción de la fundamentación que han aportado las investigaciones que vinculan las dificultades en las trayectorias escolares de los estudiantes, a las propias lógicas de escolarización.

El tiempo escolar se divide en tres grandes categorías: el de esparcimiento y socialización que se da mayormente en los recreos, y el de aprendizaje, en el aula con el docente. Por un lado, en el aprendizaje se debe considerar el tiempo dedicado a la asignatura específica, y por el otro, el tiempo dedicado a mejorar la convivencia. Este último debe considerarse como tiempo pedagógico dedicado a la formación moral y cívica de los estudiantes. Sin duda es preciso encontrar un equilibrio entre estos dos momentos de aprendizaje ponderando favorablemente el dedicado a la disciplina específica. No obstante la escuela debe ofrecer una formación integral y, por tanto, es preciso que dedique tiempo a la formación en valores.

Por último, existe un tiempo dedicado a la organización en el aula, que se puede optimizar. Es importante entender que todos estos tiempos son necesarios. El manejo del tiempo escolar es un tema tan importante como delicado. Sin duda la escuela dedica más tiempo a la socialización en el nivel inicial que en la escuela secundaria. Pero bien haría en no olvidar esta problemática nunca y en ninguno de sus niveles.

Es importante que la comunidad sepa que cuando un estudiante se comportó de modo indebido y un docente detuvo la clase para trabajar el tema, no está perdiendo el tiempo: está educando. Aprovechar el tiempo no es sólo, aunque muy importante, aprender disciplinas sino también, como dice el político francés Jaques Delors, aprender a vivir juntos. Y el tiempo de esparcimiento y descanso es también un tiempo del que deben disfrutar los chicos dentro y fuera de la escuela. Si un estudiante va a jornada completa es importante que fuera de la escuela tenga tiempo para descansar. No hace falta ni es recomendable ocupar todo el tiempo libre y los fines de semana con actividades institucionalizadas.